José R Oro
Colaborador de Prensa Latina
Escribieron los inmortales Marx y Engels en 1848: “Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes”.
En el 2022, ciento setenta y cuatro años más tarde, en el contexto latinoamericano, es el neoliberalismo, las oligarquías, la CIA, el Lawfare, las sanciones económicas (con su pináculo de crueldad, el Bloqueo anti– cubano), los narcotraficantes y paramilitares, los medios “canallas” con sus mentiras; las que forman hoy la banda asesina contra el indetenible progreso histórico. Se aproximan las significativas elecciones en Brasil. El inicio de este examen sobre los próximos comicios en el gigante amazónico (octubre 2, 2022) y su impacto regional y mundial parte del fundamental, científicamente profético artículo de Álvaro García Linera, publicado hace un lustro.
Nos dijo García Linera en 2017:
“El continente está viviendo un momento de inflexión histórica. Ciertamente, después de diez años continuos de expansivas victorias políticas de las fuerzas revolucionarias y progresistas en Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, existe un estancamiento de esta irradiación e incluso un retroceso territorial. Es así que a la conspiración política conservadora en Honduras, Paraguay, Venezuela y Brasil, le ha seguido la derrota electoral en Argentina”
Continua el gran intelectual boliviano: “A través de vías electorales, en ocasiones acompañadas por acciones de movilización colectiva, sumadas a sistemáticas agresiones económicas y a una inocultable conspiración externa, las fuerzas conservadoras han asumido en el último año el control de varios gobiernos del continente. Numerosas conquistas sociales, logradas años atrás, han sido eliminadas y hay un esfuerzo ideológico-mediático por pontificar un supuesto “fin de ciclo” que estaría mostrando la inevitable derrota de los gobiernos progresistas en el continente”.
La victoria de MORENA y de AMLO en México (que ya había sido anticipada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz años antes), fue el momento de inflexión, una suerte de Stalingrado político, a partir del cual, la “ola conservadora” que había alcanzado su punto culminante, comenzó a retroceder.
Vimos victorias en Argentina contra el macrismo, en Chile contra un candidato que prometía llevar al país de nuevo a la era pinochetista, en Perú en el marco de una terrible desestabilización y persecución interna, que pretende no dejar gobernar al presidente electo por el pueblo; en Honduras, victoria contra viento y marea. El 19 de junio pasado, un extraordinario triunfo progresista en Colombia.
En estos días de peligros mundiales acechantes, como la amenaza de guerra nuclear total provocada por el accionar de los EEUU. y la OTAN contra Rusia, la terrible Pandemia de COVID -19 y la Crisis Climática que amenaza irse completamente de control se dirimen batallas electorales de importancia continental y mundial en Brasil. El triunfo de las fuerzas progresistas contra el más abierto fascismo en ese enorme país, sería el victorioso corolario de una oleada progresista devenida en “tsunami”.
En este artículo discutiremos la probable victoria de Lula, el gran líder sindical y de las izquierdas de Brasil, quien marcha, indetenible, de la cárcel más injusta al Planalto en hombros de su pueblo.
La República Federativa de Brasil es el país más grande de América del Sur y de América Latina. Con 8,5 millones de kilómetros cuadrados y unos 213 millones de habitantes, Brasil es el quinto país más grande del mundo por área y el sexto más poblado. Su capital es Brasilia, y está compuesto por la unión de 26 estados y el Distrito Federal. El portugués es el idioma oficial y es una de las naciones más multiculturales y étnicamente diversas, debido a más de un siglo de inmigración masiva de todo el mundo.
Brasil es la economía más grande de América Latina, y la octava a nivel mundial (2018), bastante diversificada, que estuvo en crecimiento hasta el 2014, basada en sus abundantes recursos naturales y humanos. Como es evidente una victoria progresista encabezada por el revolucionario Lula da Silva, creará una conmoción regional, un fortísimo golpe al capitalismo neoliberal y al fascismo, con el consiguiente fortalecimiento del movimiento de las izquierdas en América Latina.
Las elecciones generales en Brasil están programadas para el 2 de octubre de 2022 para elegir al presidente, al vicepresidente y a los miembros del Congreso Nacional. Las elecciones para Gobernadores y Vicegobernadores de los estados, Asambleas Legislativas de los Estados, Cámara Legislativa del Distrito Federal y Consejo Distrital de Fernando de Noronha se realizarán en forma simultánea. En octubre de 2021, había más de 146 millones de votantes registrados.
¿Cuáles son las reglas para las elecciones de Brasil en octubre de este año?
Votar en Brasil está permitido para los ciudadanos mayores de 16 años y obligatorio para los que tienen entre 18 y 70 años. Quien no vote en una elección y no presente una justificación aceptable (como estar ausente de su localidad de votación en ese momento) debe pagar una multa.
Los ciudadanos brasileños residentes en el extranjero solo pueden votar para presidente y vicepresidente. Debido a un tratado con Portugal, los ciudadanos portugueses que residen legalmente en Brasil por más de tres años también pueden registrarse para votar en las elecciones brasileñas. Todos los candidatos a cargos federales, estatales, del Distrito Federal y municipales deben estar registrados en un partido político. Para los cargos que se eligen por mayoría, como presidente y gobernador, cada partido solo puede postular un candidato.
Una nueva ley, válida para esta elección, permite la creación de alianzas políticas entre dos o más partidos, llamadas en Brasil “federaciones de partidos”. La federación debe actuar como un solo partido con una lista única para las elecciones legislativas y candidatos únicos para las ejecutivas, y con una estructura de liderazgo única en el transcurso de la legislatura electa. Son válidas estas alianzas para los tres niveles de gobierno: nacional, estatal y municipal.
El presidente y el vicepresidente de Brasil son elegidos en fórmula conjunta mediante un sistema de dos vueltas . La primera vuelta de las elecciones se celebra el primer domingo de octubre (en este caso, el 2 de octubre de 2022). Es elegido el candidato que obtiene más del 50 por ciento del total de votos válidos en la primera vuelta.
Si ningún candidato cruza ese umbral, los dos candidatos que reciban más votos participarán en una segunda vuelta, que se celebrará el último domingo de octubre (en este caso, el 30 de octubre de 2022), y resultará elegido quien obtiene la mayoría simple.
Los partidos políticos y candidatos para estas cruciales elecciones.
Jair Bolsonaro por el Partido Liberal o PL (que de liberal tiene lo mismo que este autor de cosmonauta) y sus asociados, natural de Glicério , São Paulo, en 1955. Actual Presidente de Brasil. Ex Diputado Federal por el estado de Río de Janeiro y Concejal de la ciudad de Río de Janeiro. Capitán retirado del Ejército Brasileño. De posiciones políticas de extrema derecha neoliberal, pertenece a formas exaltadas del evangelismo. Enemigo jurado del progreso, en cualquier acepción de la palabra, del socialismo, de Venezuela, de Nicaragua y de Cuba. En un país con vastas regiones rurales carentes de médicos, organizó y perpetró una brutal provocación que obligó a salir de Brasil a miles de médicos y paramédicos cubanos, que atendían a la población de las zonas más vulnerables y más desatendidas de ese país.
Luiz Inácio Lula da Silva por el Partido de los Trabajadores (PT), Nacido en Caetés, Pernambuco en 1945. Ex presidente de Brasil (2003 – 2010) y diputado federal por el estado de São Paulo. Obrero metalúrgico y sindicalista. Durante su periodo como presidente, Lula introdujo amplios programas sociales, destinados a combatir la pobreza y elevar la posición de la clase trabajadora del país. Desempeñó un papel destacado y positivo en asuntos internacionales, notablemente el cambio climático. Ha sido llamado uno de los políticos más populares en la historia de Brasil y a nivel internacional.
En 2017, Lula fue condenado por falsos cargos de lavado de dinero y corrupción en un controvertido juicio y sentenciado a nueve años y medio de prisión, en un brutal ejemplo de Lawfare.
El juez Sergio Moro sicario anti – progreso, perseguidor enconado de Lula, se convirtió luego en ministro de Justicia y Seguridad Pública en el gobierno de Jair Bolsonaro.
Lula fue arrestado en abril de 2018 y pasó 580 días en la cárcel. Intentó presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, pero fue descalificado en virtud de la Ley de «borrón y cuenta nueva» de Brasil. El no dejarle participar en las elecciones, había sido, junto a tomar venganza por sus medidas a favor del pueblo, toda la razón de la grotesca conjura anti – Lula.
En noviembre de 2019, el Supremo Tribunal Federal dictaminó que los encarcelamientos con apelación pendiente eran ilegales y, como resultado, Lula fue puesto en libertad. En marzo de 2021, la Corte Suprema dictaminó que todas las condenas de Lula deben ser anuladas. Este fallo que fue confirmado en abril de 2021, restauró los derechos políticos de Lula.
Más tarde, el Supremo Tribunal Federal dictaminó que el juez Moro, había sido parcial, y todos los casos que había presentado contra Lula fueron anulados definitivamente el 24 de junio de 2021. Lula da Silva esta vindicado y no tiene limitantes de ningún tipo para participar en las elecciones. Este era el escenario político más temido por la reacción brasileña.
La Coalición de centro izquierda e izquierda “Vamos Juntos por Brasil” reúne a siete partidos políticos y siete centrales sindicales, encabezados por el Partido de los Trabajadores, e incluye al Partido Comunista, al Partido Verde, Partido Socialista Brasileño, La Red de Sustentabilidad y Solidaridad y movimientos sociales como el de los Sin Tierra (MST), entre otros. Otros movimientos progresistas se incorporarán de seguro a esta potente e indetenible coalición.
Los demás partidos se están uniendo en Coaliciones o como se llama en Brasil “federaciones de partidos” del lado de uno u otro, donde Lula saca clara ventaja sobre Bolsonaro. A pesar de ello, las encuestan indican que una segunda vuelta, donde Lula también ganaría, es muy probable.
En solo un lustro, se observan muy grandes cambios en la Patria Grande. Un triunfo progresista en Brasil sería el colofón de tales cambios. Lula da Silva lo puede lograr, por el vasto apoyo popular que detenta, su extraordinario carisma y habilidad política, su excepcional capacidad de unir distintas fuerzas sociales a su alrededor, todo lo cual lo convierte en una “fuerza de la naturaleza”, tan indetenible como un huracán.
Todos los eventos electorales ocurridos desde el histórico triunfo de Andrés Manuel López Obrador y MORENA en México hasta la fecha, incluyendo la victoria progresista en Colombia- de la que muchos dudaban o consideraban imposible- en la práctica han dado la razón a las profundas y visionarias anticipaciones del pensador marxista Álvaro García Linera.
Estamos en la cima de un nuevo ciclo progresista, la “energía” del anterior ciclo “conservador” se agotó en un brevísimo instante histórico.
¿Será así el mapa político de América Latina al final del 2022?
(Fin de la primera parte)
rmh/jro
(Tomado de Firmas Selectas)