Además de esa adversidad, las compañías de aviación civil del continente siguen sufriendo la secuela de la pandemia de Covid-19, que limitó al mínimo el tráfico de pasajeros debido a las restricciones sanitarias decretadas para evitar la expansión de la letal dolencia.
La suma equivale a casi el 24 por ciento de los ingresos registrados en 2019 cuando el planeta aun ignoraba lo que le deparaban los próximos meses.
Entre las medidas adoptadas para enfrentar la catástrofe, las aerolíneas negocian mejores precios y un flujo estable de combustible, amenazado por las sanciones decretadas por Occidente contra Rusia, los crecientes costos de operación y la escasa demanda.
El sombrío panorama en modo alguno es exclusivo de los transportistas aéreos africanos pues el director general de la Asociación Internacional de Tarnsporte Aéreo, Willie Walsh, pronosticó que los precios de los pasajes aumentarán este año.
Es probable que la subida de los precios del combustible provoque el aumento del costo de los billetes ya que las compañías enfrentan mayores gastos de operación y volar será más caro, añadió.
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