La oficina del líder de la mayoría de la Cámara Baja, Steny Hoyer, convocó para el 12 de agosto a los representantes, que deberán interrumpir su receso de verano para ir al Capitolio a debatir el proyecto titulado Ley de Reducción de la Inflación.
Se espera que el Senado apruebe esa disposición este fin de semana luego de que la senadora demócrata de Arizona Kyrsten Sinema anunciara anoche un esperado acuerdo que permitirá avanzar en la discusión de la propuesta.
Con su voto, los demócratas cuentan ahora con el apoyo de los 50 miembros de su bancada para aprobar lo que se convertiría en el mayor logro legislativo nacional de Biden.
Tras la noticia, el mandatario hizo un llamado a los demócratas del Senado para que no demoren la votación luego del paso de Sinema.
La Ley de Reducción de la Inflación ayudará a los estadounidenses a ahorrar dinero en medicamentos recetados, primas de salud y mucho más, afirmó el jefe de la Casa Blanca.
La propuesta gastaría 369 mil millones de dólares en un programa de energía limpia y acciones contra el cambio climático y destinaría 64 mil millones para prorrogar los subsidios de la Ley de Atención Sanitaria Asequible durante dos años.
Se prevé que las reformas tributarias previstas en el proyecto de ley recauden 739 mil millones de dólares y así reducir el déficit.
Esta disposición es apenas una pequeña parte de la idea de Biden y, por tanto, atrás quedaron importantes programas sociales incluidos en su plan inicial conocido como Build Back Better (Reconstruir mejor), pieza principal de su agenda de gobierno.
El paquete actual de 740 mil millones de dólares es apenas una fracción de aquella propuesta de dos billones de dólares que fracasó en el Senado a fines del año pasado por las dilatadas negociaciones y divisiones internas entre los propios demócratas.
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