Un comunicado de la oficina del gobernador del territorio, Pete Ricketts, reveló que el proyecto solo obtuvo el consentimiento de 30 senadores estatales, en lugar de los 33 requeridos por las normas, lo cual es insuficiente para convocar a la legislatura estatal compuesta solo por una sola cámara integrada por 32 republicanos y 17 demócratas.
El impulso de una legislación que introduzca restricciones a la interrupción voluntaria del embarazo en Nebraska, donde la práctica es legal hasta la semana 20 de embarazo, tiene lugar justo cuando en otros estados prohíben o limitan un derecho practicado durante 50 años en el país.
Sobre el tema, la senadora demócrata del estado, Megan Hunt, escribió en Twitter la semana pasada que la propuesta de proscripción de 12 semanas era parte de un esfuerzo de los líderes republicanos para parecer «moderados» en comparación con las prohibiciones totales implementadas en vigor en otros 10 estados.
“El aborto es un derecho. El aborto es atención médica. Y la decisión sobre si convertirse en padre y cuándo no pertenece al gobierno”, enfatizó.
Ricketts, republicano, alegó por su parte que continuaría trabajando en pos de la llevar adelante los cambios en la ley.
“Pido a todos los habitantes de Nebraska que son pro-vida que miren la lista de senadores estatales que firmaron la carta. Si el senador de su estado está en esa lista, agradézcanles por su elección, si el senador de su estado no está en la lista, llámelos o envíeles un correo electrónico también para alentarlos a reconsiderar su decisión”, instó.
Los litigios judiciales en torno las interrupciones voluntarias del embarazo cobraron impulso en Estados Unidos tras el pasado 24 de junio, cuando el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, determinó anular la sentencia de 1973 del caso conocido como Roe vs Wade, y retiró la protección al aborto como una prerrogativa personal.
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