Durante una visita a la estación de servicio de hidrógeno en el parque industrial de Frankfurt-Höchst, en el oeste de la nación germana, Scholz indicó que con estas energías y tecnologías, el país se liberará de la dependencia actual en este sector.
Dicho componente se utilizará para la movilidad, la producción y los procesos técnicos, como se aprecia en Höchst.
Scholz aseguró que Alemania tiene la capacidad tecnológica y económica para crear puestos de trabajo y valor añadido, a pesar de ser dependientes de las importaciones de energía de casi todo el mundo, especialmente de Rusia.
El canciller prevé que el proyecto se impulse con mayor rapidez y se aplique a gran escala industrial, por lo que a finales de año la estación de servicio de de hidrógeno proveerá a 27 trenes de pasajeros de la Asociación de Transporte del Rin-Meno.
Esta será la mayor flota de trenes con pilas de combustible de hidrógeno del mundo, con la utilización del denominado hidrógeno gris, producto de desecho del parque industrial, según la asociación de transporte regional.
La nación germana enfrenta actualmente una crisis energética como resultado de las sanciones aplicadas contra Moscú, bajo el argumento de la operación militar en Ucrania.
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