Nakamura expresó en conferencia de prensa que la fuerza policial necesitaba reestructurarse y adoptar nuevas directrices para impedir la repetición de sucesos como el atentado del pasado 8 de julio, en Nara.
El organismo nipón dirige y supervisa las dependencias prefectorales de la policía, con lo cual “la responsabilidad es realmente grande”, recalcó su titular, quien asumió el puesto en septiembre de 2021.
Después de la muerte de Abe, Nakamura declaró que su dimisión era cuestión de rutina, pero antes debía velar por importantes eventos como el funeral de Estado del ex mandatario, previsto para el 27 de septiembre y la cumbre del Grupo de los Siete que acogerá Hiroshima en 2023.
La renuncia pública tuvo lugar luego de que la Comisión Nacional de Seguridad Pública informara sobre los resultados de la investigación en torno al operativo desplegado durante el discurso de campaña del líder político asesinado.
De acuerdo con el informe oficial, el día del tiroteo hubo un insuficiente intercambio de mando e información in situ y el sospechoso pudo acercarse porque la retaguardia del exprimer ministro no estaba suficientemente vigilada, lo cual condujo al fatal desenlace, reseñó la cadena de noticias NHK.
Asimismo, el análisis constató que el Plan de Protección y Seguridad de la policía de Nara era inadecuado en tanto no desplegaba un número suficiente de efectivos y tampoco especificaba el papel del oficial al mando.
Este viernes el Gabinete japonés decidirá sobre la petición de renuncia de Nakamura.
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