Los manifestantes, que reprocharon la complicidad con el grupo rebelde y las presiones al Gobierno etíope de naciones occidentales, instaron a la administración norteamericana a responsabilizar al TPLF (siglas en inglés) por “cometer atrocidades contra civiles y evitar opciones de paz”.
Así lo afirmó en su sitio oficial, y estaciones de radio y televisión, Fana Broadcasting Corporate S.C. (FBC), una empresa cercana a las autoridades federales, que califica de terrorista a la organización.
Los medios occidentales no promueven la paz en Etiopía, sino que difunden información errónea y desinformación sobre el país, declararon ciudadanos del estado africano, descendientes de etíopes y otras personas congregadas en la ciudad, siempre según el informe de FBC.
De acuerdo con el reporte, también apoyaron al Gobierno de Etiopía, que rechazó una declaración de la Comisión Internacional de Expertos en Derechos Humanos, acerca del enfrentamiento armado desencadenado en noviembre de 2020, tras el ataque de las fuerzas tigriñas a una base militar federal.
El pasado 7 de septiembre, la Comisión declaró que “aprueba la decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de discutir la situación etíope con urgencia” y exhortó a adoptar “medidas para garantizar la protección de civiles y evitar una escalada que podría desestabilizar” el denominado Cuerno Africano.
“Manos fuera de Etiopía y Eritrea”, “No armas, no más niños soldados” y “Desarmar al TPLF” fueron algunas demandas proclamadas la víspera frente a la Casa Blanca durante la manifestación pacífica, señalaron otras reseñas publicadas en ETV y la Agencia de Noticias de Etiopía, entre otros medios.
mgt/raj