Además de aquellos que debutan este domingo ante las urnas, suman cientos los que integran las mesas electorales, como es el caso de Mario J. Salas, quien es ya un rostro reconocido en el consultorio 25 del reparto de Vista Alegre, en esta ciudad.
Junto a su madre, la economista jubilada Alba Luz Blanco, y la vecina Ana María, también una presencia constante en estos ejercicios democráticos en este barrio santiaguero, ya acumula una valiosa experiencia que agradecen los votantes.
Al igual que en el resto de la geografía cubana, desde temprano en esta mañana acuden en el territorio las personas a tomar su decisión, íntima y privada, ante la boleta en blanco y en la soledad del cubículo, donde muy cerca la pareja de niños escolares está presta a brindar su ayuda y a confirmar el hecho.
Siendo la provincia más montañosa del país, otra prioridad en esta jornada se remite a sitios recónditos y de difícil acceso, donde las áreas de silencio cuentan con la colaboración de 158 radioaficionados, principalmente en los municipios de Guamá, San Luis, Tercer y Segundo Frentes.
Otras singularidades se expresan en las viviendas que acogen a 383 colegios, allí donde no funcionan locales estatales, además de aquellos especiales situados en hospitales, hogares de ancianos y de embarazadas, que posibilitan practicar el voto.
Las banderas cubanas que penden de las ventanas y en los portales ondean como acompañamiento de esta jornada patriótica, durante la cual habrá un antes y un después en el ordenamiento espiritual de la sociedad cubana, que deberá estar marcado por la prevalencia del humanismo y la solidaridad.
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