Según un mensaje del Servicio de Comunicación gubernamental, “las autoridades federales tuvieron que participar en una conflagración causada por la criminalidad del Frente, pero conciben numerosas gestiones para poner fin al conflicto de manera pacífica”.
Ya fueron adoptadas varias medidas prácticas para lograr una solución y evitar más pérdidas de vidas humanas u otros perjuicios, pero trabajaremos aún más para alcanzar la paz y proporcionar ayuda humanitaria a todas las personas damnificadas, agrega el texto.
No obstante, señala el comunicado, ante la posición beligerante de la organización, evidente al violar un armisticio humanitario e iniciar una tercera ronda de crímenes, mantenemos medidas preventivas para salvaguardar la existencia del país y la seguridad de sus ciudadanos.
T ambién, acusa al TPLF (siglas en inglés) de intentar frustrar todas las acciones pacifistas y benefactoras del Gobierno, con actos hostiles y terroristas, entre ellos “la apropiación de numerosos camiones asignados para entregar asistencia humanitaria”.
La comunicación subraya que “las instituciones internacionales tienen la responsabilidad de contribuir a detener los crímenes cometidos por el grupo terrorista” y “la tarea de ayudar a garantizar que la ayuda humanitaria se utilice para los fines apropiados”.
Una vez más, alertamos a las agencias humanitarias para que se abstengan de operar en áreas donde el Gobierno combate al Frente de Tigray, apunta.
Asimismo, exhorta a las organizaciones internacionales a “cumplir de manera eficiente sus responsabilidades en el territorio y garantizar que artículos y productos donados no lleguen a los combatientes del TPLF”.
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