El Servicio de Comunicación del Gobierno así lo declaró y, además, destacó la colaboración del pueblo con las acciones de las autoridades federales enfocadas a restablecer el orden constitucional y garantizar paz en la región.
Resulta extraordinaria la hospitalidad de los tigriños con el ejército. Desde el alojamiento hasta apoyo logístico y provisión de información. Ha demostrado que está en el lado correcto de la historia, señala la comunicación oficial.
Por otra parte, el comunicado acusa al TPLF (siglas en inglés) de iniciar una campaña de desinformación, según la cual el gobierno etíope designó como defensores en el conflicto y tutores del estado regional, a personas que no nacieron allí.
Esto contrasta fuertemente con la causa de la lucha de nuestro pueblo contra el propio Frente, que solía considerar a los etíopes como tutelados y asignaba de forma antidemocrática guardianes a todas las regiones, apunta.
Creemos firmemente que Tigray debe ser administrada por los hijos e hijas de la región. Un intento de lo contrario no está permitido en nuestro sistema federal, subraya el texto.
El Frente, añade, lo sabe muy bien, pero intenta acusar al gobierno por algo que debería rendir cuentas, porque esa fue una práctica durante su mandato al frente del país.
Desde noviembre de 2020, el ejército federal y el Frente mantienen una guerra en el norte de la nación, donde los muertos suman miles y decenas de miles los desplazados.
La situación humanitaria en ese septentrional estado es impactante y los esfuerzos gubernamentales para aliviarla tropiezan de manera constante con la criminalidad del TPLF, según denuncias de las autoridades federales.
jcm/raj