Bajo el título ¡Basta ya de plástico! un grupo de activistas instaló la obra en la ciudad portuaria de Trípoli, al norte de esta capital, con el propósito de concientizar a la población sobre la utilidad de no tirar sus residuos al mar.
De acuerdo con el canal panárabe Al Mayadeen, la elección de la tortuga como símbolo del proyecto responde a la amenaza de su existencia debido a la acumulación de plásticos en las aguas.
Semanas antes de la inauguración, asociaciones y centros escolares bajo la conducción de la artista libanesa Caroline Chaptini llenaron la réplica del animal de botellas plásticas vacías.
La obra contiene más de 200 mil envases y unas 50 mil tapas y corchos recogidos de la basura.
Según expresó Chaptini, la empresa libanesa Waste Management comprará los desechos utilizados para construir la pieza artística y todas las ganancias se donarán a niños enfermos de cáncer.
De 39 años, Chaptini completó en abril último la esfera de plástico más grande del mundo hecha con casi cinco toneladas de materiales reciclados para establecer su quinto récord mundial Guinness.
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