En su misiva, divulgada este martes por la oficina de prensa de la Santa Sede, el sumo pontífice destacó la relevancia del evento, que se efectúa en La habana del 24 al 28 de enero, en el marco del 170 aniversario del natalicio de Martí, “presentando su figura como acicate para despertar las conciencias de cuantos en el mundo están llamados a crear un clima de diálogo y fraternidad”.
La importancia de esas ideas, según expresa, es que puedan “impulsar cambios significativos en las actuales circunstancias sociales y políticas”, en las cuales, añadió, “urge construir puentes que puedan ayudarnos a encontrar juntos soluciones viables que no excluyan a nadie”.
“Considero importante que nuestra mirada no se fije tanto en lo que cada uno de nosotros, con la mejor de las intenciones, podría proponer, sino en la absoluta necesidad de sentarnos a escuchar a los demás”, recalcó el obispo de Roma a los delegados a ese evento mundial, con sede en la capital cubana.
Se refirió a las palabras pronunciadas por Martí en agosto de 1892 ante la tumba del venerable Félix Varela, donde exaltó que el sacerdote cubano “dijo sin miedo lo que vio” y admiró, según manifestó Francisco, “su amor por su tierra y su gallardía en el denunciar lo que considera incompatible con el bien social”.
“A partir de esas raíces, Martí afirma cómo la figura del Padre Varela es capaz de concitar voluntades para un esfuerzo común”, por lo cual “se trata, entonces, de mirar al pasado, de no renegar de nuestras raíces, que nos llevan a aprender de nuestros mayores, de la fe que los movió, de la coherencia de vida que esta fe les impuso”.
“En ese escrito se habla de rendir homenaje al Padre Varela construyéndole un monumento. Es una actitud loable, pero más allá del dato histórico, nos haría bien a todos también reflexionar si efectivamente estos modelos son usados como ejemplo de valores o más bien bandera de intereses”, dijo el papa Francisco.
Retomó lo expresado recientemente en su mensaje a la Jornada Mundial de la Paz, sobre las muestras de fe, esperanza y entrega generosa de “muchos héroes” durante la pandemia de la Covid-19, cuando se demostró que “es juntos, en la fraternidad y la solidaridad, que podemos construir la paz, garantizar la justicia y superar los acontecimientos más dolorosos”
“Esta es la clave para recuperar el equilibrio que da nombre a vuestro encuentro, pues sólo juntos podremos afrontar las diversas crisis morales, sociales, políticas y económicas que padecemos y que están todas interconectadas” agregó el sumo pontífice.
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