En vísperas del aniversario 170 de José Martí (28 de enero de 1853-19 de mayo de 1895), los profesionales rememoraron las alertas de su Héroe Nacional, quien desde el siglo XIX comprendió la médula del imperialismo norteño y sus peligrosas ansias hegemónicas.
El devenir histórico le dio la razón a Martí: Estados Unidos intervino en 1898 en la contienda hispano-cubana “con un ejército estructurado para ya la expansión internacional”, impidiéndonos lograr la independencia, señaló en Luanda el tercer secretario a cargo de los asuntos consulares en la legación antillana, Vladimir Guerra.
Al analizar la realidades del presente, nadie podría dudar que el ideario martiano y su consecuente accionar están “definitivamente incorporados en la conciencia cubana, como también lo está la impronta indoblegable y la obra revolucionaria del Comandante Fidel Castro”, afirmó Guerra.
Tampoco resulta desconocido, refirió, que las autoridades norteamericanas, «con la complicidad ofuscada de algunos sectores», refuerzan el bloqueo económico, comercial y financiero contra el pueblo de Cuba, a la vez que elevan el tono de su discurso agresivo y las amenazas de injerencia.
Para Washington “todo sirve” a la hora de sustentar sus planes, desde las mentiras estructuradas en guiones de presunta verdad, la desestabilización de gobiernos hasta el terrorismo de Estado y las guerras, razonó.
Pero Cuba y otros pueblos sabrán hacer resistencia al embate estadounidense; “nos hemos forjado, recordó, en largas batallas por la independencia y la soberanía”, al precio de correr muchísimos riesgos para construir una obra muy importante que se seguirá defendiendo hasta las últimas consecuencias.
Alrededor de dos mil médicos, maestros, constructores, enfermeros y otros especialistas de la isla, que trabajan en Angola, rememoraron este viernes el legado de Martí, un gigante del pensamiento antiimperialista y el amor a la Patria, según opinaron.
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