Alrededor del 52 por ciento de decesos por consumo de sustancias nocivas en infantes de cinco años o menos involucraron la ingestión de un opioide en 2018, según los hallazgos publicados en línea en la revista Pediatrics.
Según el doctor Christopher Gaw, médico de urgencias pediátricas del Hospital Pediátrico de Filadelfia, la cifra se ha duplicó desde 2005, cuando alrededor del 24 por ciento de todos los fallecimientos por envenenamiento se atribuyeron a dichas drogas.
Los expertos atribuyen asimismo el aumento de la mortalidad a la continua epidemia de estos fármacos adictivos en Estados Unidos.
«Esto confirma lo que sabemos, que hay más opioides disponibles en el hogar, lo vemos reflejado en las exposiciones al envenenamiento», aseveró por su parte la doctora Diane Calello, médica de urgencias pediátricas y directora médica del Sistema de información y educación sobre envenenamiento en Newark, New Jersey.
Para este estudio, Gaw y sus colegas revisaron los datos de revisión de muertes infantiles del Centro Nacional para la Revisión y Prevención de Fatalidades del país.
En total, se informaron a la institución 731 decesos por envenenamiento en niños de cinco años o menos entre 2005 y 2018.
En general, los bebés menores de un año representaron dos de cada cinco fallecimientos por la ingesta de sustancias tóxicas.
Durante el período de estudio, los opioides estuvieron involucrados en aproximadamente el 47 por ciento de las muertes, seguidos por los medicamentos de venta libre para el dolor, el resfriado y las alergias, con el 15 por ciento.
Casi dos tercios de los fallecimientos ocurrieron en el hogar de los pequeños, según la investigación.
Los hallazgos también revelaron que cerca de un tercio de los niños estaban siendo supervisados por alguien que no eran sus padres cuando quedaron expuestos a las drogas.
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