De acuerdo con la IGAD, durante los últimos dos años los países del Cuerno de África han registrado cinco temporadas consecutivas de lluvia por debajo del promedio y las precipitaciones recientes podrían no reflejar el desempeño general de la temporada.
Gebeyehu advirtió que las consecuencias de esas crisis como la escasez severa de agua y pastos, un millón de personas desplazadas, más de 10 millones de muertes de ganado y vida silvestre, reducción de la producción agrícola y ganadera aumentan la inseguridad alimentaria.
Lamentó que 47 millones de personas padecen esta última y algunos corren el riesgo de morir de hambre. El 70 por ciento de esa cifra son residentes en Etiopía, Kenia y Somalia.
“Hacemos un llamado solemne a la comunidad internacional para que nos ayude a prevenir un gran desastre humanitario al comprometer los recursos necesarios para salvar vidas y medios de subsistencia a corto plazo, y continuar invirtiendo en la construcción de resiliencia a mediano y largo plazo”, enfatizó.
Precisó que, en el caso de Addis Abeba se requieren 710 millones de dólares para brindar apoyo a las necesidades sectoriales clave en los próximos cuatro meses.
Nairobi y Mogadiscio necesitan 378 millones de dólares y mil 600 millones de dólares, respectivamente, para proporcionar alimentos y artículos no alimentarios y vacunación a las comunidades afectadas y desplazados internos, hasta octubre próximo, agregó la autoridad de la IGAD.
«Nuestra recuperación requerirá recursos y tiempo, y debemos trabajar para evitar que futuros desastres tengan un impacto tan severo», subrayó al tiempo que mencionó prioridades a mediano y largo plazo para lograr una región más resiliente y sostenible como el fortalecimiento la capacidad de gobernanza del riesgo de desastres.
De igual modo, una mayor inversión en infraestructura hídrica y sistemas alimentarios capaces de adaptarse al clima, entre otros, para garantizar respuestas oportunas y efectivas a la sequía y otros desastres en la región.
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