El encuentro, que tuvo por sede la ciudad de Hawassa, reunió a los principales administradores de las localidades del sur, suroeste y Gambella, así como representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, según reportes de la televisora estatal Fana Broadcasting Corporate.
Los líderes regionales y las partes interesadas expresaron un fuerte compromiso y apoyo a la implementación del desarme, la desmovilización y la reintegración de excombatientes, establecidos en el Acuerdo de Paz de Pretoria que puso fin al conflicto entre el gobierno etíope y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF).
La reunión estuvo presidida por el comisionado de la NRC, Teshome Toga, quien reveló el martes pasado que entre 250 mil y 300 mil excombatientes serán incluidos en el programa nacional de rehabilitación de Etiopía.
Precisó que el registro y reintegración de ese personal comenzará en junio próximo y necesitarán 550 millones de dólares para el proceso.
Toga explicó que hace tres meses comenzaron el trabajo en las regiones de Tigray, Amhara, Afar, Oromia y Benishangul-Gumaz, en las cuales se llegó a un consenso sobre los arreglos preliminares necesarios después de discusiones con funcionarios gubernamentales y partes interesadas.
Tras 10 días de diálogo en Sudáfrica el 2 de noviembre último, con la mediación del expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, enviado especial de la Unión Africana, el gobierno y el TPLF anunciaron el cese de las hostilidades.
Además del alto al fuego, el pacto comprendió el reinicio de la ayuda humanitaria a la población de la jurisdicción y la sanación y reconciliación, como pilares para preservar la soberanía e integridad.
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