De acuerdo con cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus siglas en inglés), los beneficiarios de Medicaid deberán documentar 80 horas de trabajo al mes, lo que según el salario mínimo federal equivaldría a un mínimo de 580 dólares en ingresos mensuales.
El requisito laboral se aplicaría a unos 15 millones de los 86 millones de personas que reciben cobertura sanitaria, quienes tendrían que cumplir con las horas obligatorias o solicitar una exención, estimó esa institución.
Dentro de ese grupo, la CBO estimó que al menos un millón 500 mil probablemente dejarán de ser elegibles para Medicaid bajo el plan republicano, con lo cual se reducirían los costos del programa en 109 mil millones en 10 años.
Seis importantes grupos médicos, incluida la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, emitieron una declaración donde se oponen a los requisitos de trabajo de Medicaid, argumentando que aumentaría la deuda médica de los pacientes y agregaría barreras a la asistencia.
“Los problemas de atención médica no desaparecen, todavía están ahí, y si no se abordan inicialmente, pueden generar más complicaciones en el futuro, lo que terminará costando aún más al sistema de atención médica”, afirmó Tochi Iroku-Malize, presidente de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia.
Medicaid es fundamental para garantizar el acceso a la atención y reducir las disparidades, y cualquier recorte exacerbará las diferencias que tenemos en la atención, añadió citada por un reporte de la cadena NBC News.
Las negociaciones para aumentar el límite de la deuda federal se realizan desde hace varias semanas sin que se llegue a ningún arreglo debido a que los demócratas no acatan las demandas republicanas, que ostentan la mayoría en la Cámara de Representantes, de recortar programas sociales en pos de alcanzar una reducción el déficit.
Por su parte, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, aseguró que Estados Unidos se quedará sin mecanismos para pagar billones de dólares en deuda el venidero 1 de junio, tras lo cual el país podría suspender los pagos de la seguridad social y los salarios de sus empleados federales, además de los estragos experimentados por la economía global.
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