De acuerdo con la estatal Agencia Central de Noticias de Corea (ACNC), el acuerdo es un ‘recordatorio severo’ de la hostilidad de Washington con respecto a Pyongyang.
En un artículo publicado este lunes y firmado por el comentarista de asuntos internacionales Kim Myong Chol, ACNC señala que la eliminación de limitaciones sobre autonomía de vuelo y peso de las ojivas permite a Surcorea desarrollar en un plazo más corto proyectiles de largo alcance y hasta el misil hipersónico.
Es un grave error presionar a la RPDC creando un desequilibrio asimétrico en y alrededor de la península de Corea, ya que esto puede conducir a una situación aguda e inestable, indica la agencia.
Las conversaciones de desnuclearización entre Washington y Pyongyang se estancaron desde febrero de 2019, tras una cumbre entre el exmandatario estounidense Donald Trump y el líder de la RPDC, Kim Jong Un.
Autoridades norcoreanas señalan que no volverán a las conversaciones hasta que Estados Unidos ponga fin a su política hostil.
Las restricciones de misiles se introdujeron por primera vez en 1979, cuando Seúl buscaba asegurar las tecnologías de misiles estadounidenses para su propio desarrollo militar.
A cambio, Surcorea acordó limitar el alcance máximo de vuelo de sus misiles a 180 kilómetros (km) y el peso de las ojivas a 500 kilogramos.
Washington y Seúl revisaron las pautas cuatro veces durante el año pasado para extender el alcance a 800 km, eliminar el límite del peso de la ojiva y levantar la prohibición del uso de combustible sólido en vehículos de lanzamiento espacial.
Con el nuevo pacto, Surcorea puede desarrollar y poseer cualquier tipo de misil, incluidos misiles balísticos intercontinentales y otros avanzados lanzados desde submarinos.
La conclusión de dicha guía demuestra una vez más quién es el que agrava la situación en la Península Coreana, concluye el artículo de ACNC.
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