Miles de ciudadanos visitaron el Palacio del Sol Kumsusan, donde se conservan los cuerpos del presidente Kim Il Sung y del ex secretario general del Partido del Trabajo (PTC) y comandante del Ejército Popular de Corea, Kim Jong Il.
La escena se repitió en diversos lugares asociados a la guerra contra el colonialismo japonés, que duró 20 años y culminó con la liberación del país el 15 de agosto de 1945.
En la ocasión, el secretario general del PTC y presidente de Asuntos Estatales de la RPDC, Kim Jong Un, envió una ofrenda floral al Monumento a la Liberación. En la cinta podía leerse: “No olvidamos los méritos de los mártires del Ejército Soviético”.
Las contribuciones de los soldados soviéticos a la victoria sobre Japón también fueron agradecidas por la ministra de Relaciones Exteriores de la RPDC, Choe Son Hui, en un mensaje a su homólogo de la Federación Rusa, Sergei Lavrov.
Antes, el presidente ruso, Vladimir Putin, envió un mensaje de felicitación a Kim Jong Un, por el Día de la Liberación.
Putin señaló que esta festividad es “un símbolo del valor y el heroísmo de los soldados del Ejército Rojo y los patriotas coreanos” en las luchas de la nación asiática por liberarse del dominio colonial japonés y recordó que fue en esos tiempos cuando Moscú y Pyongyang establecieron sus tradiciones de amistad y cooperación.
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