El ministro del Interior, general Issam Bouzriba, informó en una conferencia de prensa que del total de víctimas mortales documentadas, dos mil 631 son de la ciudad de Derna, arrasada tras romperse dos embalses cercanos.
Muchos de los fallecidos fueron enterrados en fosas comunes y no fueron identificados, aunque se tomaron muestras de ADN, explicó el funcionario, nombrado presidente del Comité Supremo de Emergencia y Respuesta Rápida para enfrentar las consecuencias de la catástrofe.
Sin embargo, en Trípoli, el jefe del Consejo Presidencial, Mohamed al Manfi, cifró en seis mil 682 el número de fallecidos y en unos 10 mil los desaparecidos.
Mientras, Mohammed Abu-Lamousha, portavoz del Ministerio del Interior, anunció ayer que Daniel provocó cinco mil 300 muertos.
Por su parte, el primer ministro nombrado por el Parlamento, Osama Hammad, destacó la magnitud de la destrucción causada por el fenómeno meteorológico.
Aseguró que las operaciones de búsqueda y rescate continúan bajo los escombros y en el mar por equipos especializados.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, la tragedia provocó al menos 30 mil desplazados.
Libia está dividida por dos gobiernos paralelos que se disputan el control territorial: uno está asentado en esta capital al mando de Abdul Hamid Al-Dabaiba y el otro en la zona oriental, dirigido por Hammad.
En medio de la crisis, los habitantes de la zona de Martouba, en la Montaña Verde, reclamaron ayuda para recoger y enterrar los cadáveres que llegan desde Derna y otras ciudades arrastradas por los torrentes de agua.
Citado por la prensa local, el activista Abu Bakr Al-Rifadi destacó que numerosos cuerpos comenzaron a acumularse en las playas de la costa de Martouba.
Durante una entrevista con la televisora estadounidense CNN, el jefe del Servicio de Emergencias y Ambulancias de Libia, Osama Aly, criticó este martes la preparación de las autoridades ante la llegada del fenómeno meteorológico, que causó también daños en Grecia, Türkiye y Bulgaria antes de cruzar el Mediterráneo.
Las condiciones climáticas no se estudiaron bien, ni el posible aumento del nivel del mar, ni la cantidad de precipitaciones, tampoco se evacuó a la población, denunció Aly.
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