Al intervenir en el Comité Permanente de Paz y Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes del Pueblo (Parlamento), Arga precisó que salvaguardar los intereses nacionales en esa región será una de las áreas claves de atención de la diplomacia etíope, citado por la agencia de noticias Addis Standard.
Destacó que la cuestión del Mar Rojo y el acceso a los puertos deben abordarse de otra manera, teniendo en cuenta que es una ruta vital para el comercio internacional y cualquier impacto adverso en su medio ambiente también afectaría los intereses del país.
La semana pasada, el primer ministro Abiy Ahmed reiteró ante el Parlamento la postura gubernamental de asegurar una salida al mar y ser propietario de un puerto en la costa del Mar Rojo.
Ahmed desestimó las afirmaciones de que la persecución de Etiopía era una nueva agenda o tenía como objetivo amenazar la soberanía de los países vecinos en el Cuerno de África. Recalcó, en ese sentido, el camino del diálogo basado en reglas comerciales y no de manera agresiva.
Recordó que el país hace 30 años poseía dos puertos marítimos y, después de ese tiempo, llegó a estar en condiciones de utilizar dos gracias a un acuerdo comercial.
Pero el conflicto con Eritrea obligó a la nación a limitarse únicamente al puerto de Djibouti en base a un acuerdo comercial, continuó.
“Si se obstruye el acceso de Etiopía al puerto de Djibouti, se interrumpirá la importación de combustible, fertilizantes y otros bienes esenciales a través del puerto y esto, a su vez, afectará a las actividades económicas generales del país. Por eso Etiopía busca otras alternativas para tener acceso al Mar Rojo”, subrayó.
Otras afectaciones mencionadas fueron el aumento de inmigrantes etíopes indocumentados a varios países de Oriente Medio y África, la obstaculización del crecimiento y desarrollo económicos en un intento de buscar la comprensión de otros países sobre la necesidad del acceso al mar.
El jefe de gobierno etíope pidió a los países del Cuerno de África, del resto del continente y del mundo en general que consideren la verdadera naturaleza del interés y los problemas que enfrentan actualmente.
“No tenemos intención de amenazar la soberanía de ninguna nación, pero nos gustaría un acceso basado en reglas al Mar Rojo. Nuestra petición es iniciar debates hacia soluciones sostenibles”, concluyó.
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