Así lo expresó el primer ministro, Abiy Ahmed, al intervenir en el cónclave celebrado en Viena, Austria, cuando reconoció que el desarrollo industrial sostenible no debe producirse a costa del medio ambiente o del bienestar de su pueblo, citado por su Oficina en la red social X, anteriormente Twitter.
Ahmed subrayó que la prioridad gubernamental es aprovechar el potencial de las fuentes de energía renovables para impulsar las industrias. En ese sentido, precisó que, a través de la política energética nacional y las estrategias de eficiencia energética para diversos sectores, están comprometidos a construir una economía verde resiliente al clima.
Destacó que Etiopía ya genera el 98 por ciento e su energía a partir de fuentes limpias. “La Gran Presa del Renacimiento Etíope es la central hidroeléctrica más grande de África y Koysha es la tercera más grande. Estamos ampliando nuestras fuentes eólicas, solares y geotérmicas y aprovechamos el hidrógeno verde para respaldar el crecimiento industrial”.
A nivel nacional, continuó, el país tiene un potencial de más de 60 mil megavatios provenientes de sus diversificados y abundantes recursos de energía renovable. En cuanto al crecimiento verde, Etiopía sigue siendo líder en el continente en el enfoque práctico de la mitigación y adaptación al cambio climático, agregó.
El jefe del Gobierno etíope aprovechó el cónclave de la Onudi para recordar que desde 2019 son plantados árboles diligentemente para abordar el doble objetivo de seguridad alimentaria y mitigación del cambio climático.
Confirmó la cifra de 32 mil 500 millones de plántulas sembradas en cinco años gracias a la movilización de más de 25 millones de ciudadanos en todo el país anualmente.
Por otra parte, comentó que la agenda de creación de empleo es importante para Etiopía y debe ser una estrategia conjunta con los países de Europa y América del Norte, principales destinos de los migrantes. “Tenemos una abundante población joven que se ha vuelto cada vez más conocedora y capacitada tecnológicamente”, agregó.
Sobre esta última, manifestó el deseo de poder retener ese talento en el país y en el continente, de ahí la necesidad de la cooperación con las naciones desarrolladas en transferencia de tecnología, inversiones y financiación del desarrollo.
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