Durante generaciones, una mezcla de grasa, agua y pasta de ocre rojo para fijar las rastas ha sido utilizada por ese grupo domótico ubicado en el suroeste del valle de Omo, cerca de la frontera con Kenya, conocidos además por el empleo de adornos corporales y cuentas de colores.
Las mujeres lucen en sus cuellos pesadas joyas de hierro pulido que, según la cantidad, simbolizan que están casadas y si son la primera esposa, mientras que las trenzas son llevadas en un estilo corto y con cerquillo en la frente.
Las niñas y adolescentes tienen parte de la cabeza rapada con las trenzas tejidas en la parte posterior y usan menos accesorios corporales.
En el caso de los hombres hamer, su vestimenta está compuesta por túnicas de piel de cabra y faldas de cuero adornadas con cuentas y conchas, un reflejo de su identidad cultural y tradiciones ancestrales.
Lo más llamativo de la indumentaria son las correas de reloj utilizadas como colgantes.
En cuanto a los peinados masculinos, destaca el uso de unos casquetes hechos a base de arcilla, a los cuales incrustan una pequeña vértebra animal que sirve a su vez de soporte a una pluma de avestruz.
(Tomado de Orbe)