El embajador de la mayor isla del Caribe, Nazario Fernández, compartió con las familias en la sede diplomática y luego acompañó a una representación de la brigada médica distribuida desde hace 25 años ininterrumpidos en los lugares más apartados de este país.
La coordinadora de los profesionales de bata blanca cubanos en este territorio centroamericano, Mariheta Cutiño, trasmitió un sentido mensaje por los 365 días de resistencia heroica vividos.
“Aquí estamos como parte del homérico pueblo” de la nación antillana escribiendo la parte de la historia que nos tocó vivir, cumpliendo con nuestro deber internacionalista, expresó la doctora.
Como diría el presidente Miguel Díaz Canel: como tantas veces a lo largo de 65 años, la subida ha sido ardua, pero llegamos, destacó.
Mencionó en el texto, leído también en cada colectivo de los departamentos donde se ubican los médicos, el impacto del bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba y la profundización de las campañas de descredito contra la Revolución.
Refirió los más de mil kilómetros que los separan físicamente del pueblo cubano, pero “ni un solo segundo hemos estado lejos de la gente que amamos y nuestra tierra hermosa, por la cual cada uno de nosotros daría su vida si fuera necesario”.
La brigada médica de colaboradores de la salud abrazó desde Guatemala al mil veces heroico pueblo cubano, a los consagrados homólogos del sector, “a ese ejército de las batas blancas que respetamos por su sabiduría, valentía y altruismo”, subrayó.
Rindieron merecido tributo también a sus vecinos, al barrio en la Isla, a la familia, a la patria, al gobierno y partido, al comandante en Jefe Fidel Castro, y –aseguraron- a ninguno de ellos defraudaremos.
Recibieron el año 2024 con el júbilo de la victoria de estar unidos en la misma trinchera de combate, “con la seguridad de que venceremos”, enfatizó Cuthiño.
En el municipio capitalino de Villa Nueva, en la oriental brigada Flores, Petén norte, en Jalapa, Jutiapa, Totonicapán, en Ixcan, Poctún, en lugares apartados de esta geografía, los médicos gritaron casi al unísono “Aquí no se rinde nadie”.
Asimismo, San Juan Sacatepéquez y otras zonas chapinas, con mucha fuerza al mundo entero (amigos y enemigos) adviriteron ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
El 1 de enero de 1959 los cubanos despertaron con la noticia de que el dictador Fulgencio Batista (1952-1958) y gran parte de sus allegados huyeron de la Isla. Además, era inevitable entonces que el Ejército Rebelde, liderado por Fidel Castro, concretaba el triunfo de su movimiento de liberación nacional.
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