En este sentido, añadió que los flujos migratorios hacia el continente precisan de una solución europea ante ese problema y desafío común, basada en la cooperación y la acción conjunta de los estados miembros del bloque y de las instituciones.
Reconoció, además, que el pacto acordado por negociadores del Parlamento y Consejo Europeo resulta un paso significativo, pues dota al mecanismo regional de herramientas necesarias encaminadas a la solución de la crisis.
Mitsotakis definió como prioridad de ese proceso el desmantelamiento de las redes de tráfico ilegal de personas y, a su juicio, durante 2023 Atenas gestionó “esta creciente presión migratoria internacional mejor que muchos de nuestros socios”.
Igualmente, mostró su inconformidad con la instrumentalización de la crisis de refugiados y contra quienes cultivan la hostilidad y la xenofobia mediante el populismo, que “culpa de todos los problemas de la sociedad a ese extranjero anónimo”.
El primer ministro griego añadió, tras un encuentro con la comisaria europea de interior, Ylva Johansson, que una política de inmigración justa no significa fronteras abiertas o inexistentes, más bien representa reglas, humanidad y sensibilidad.
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