En la fase semifinal la cuarteta norteña concluyó en un impensado sexto lugar, con una marca también ridícula, 38.10 segundos, si se tiene cuenta el talento de sus figuras: Trayvon Bromell (9.77), Fred Kerley (9.84), Ronnie Baker (9.85) y Cravon Gillespie (9.93).
Mas un dato revela algo igual difícil de creer, desde el segundo puesto en Atenas 2004 ninguna posta masculina estadounidense de esa distancia escaló el podio de premiaciones, aunque hasta la víspera los cronos siempre fueron mejores.
Desde aquella vez, los monarcas fueron Trinidad y Tobago (38.06) en Beijing 2008 y Jamaica (36.84, récord mundial, y 37.27) en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, mientras Estados Unidos (37.61) ganó en Sídney 2000. La situación genera múltiples opiniones y el mismísimo Carl Lewis quiso echarle más sal a la herida. ‘Los cambios no estuvieron bien y los atletas corrieron las postas erróneas. No había liderazgo’, escribió en Twitter.
En materia de estafetas, esa nación confía demasiado en la calidad individual y olvida que las entregas del batón son fundamentales para llegar a la línea de meta y hacerlo con un tiempo competitivo, algo que, a todas luces, no logró ahora y determinó la eliminación directa.
Para botón de muestra, China (37.92) y Japón (38.16), habituales en los cierres de las grandes competiciones y equipos listos hoy para batirse por las medallas en horas de la noche en el Estadio Olímpico.
Los otros finalistas serán Ghana (38.08), Alemania (38.06), Canadá (37.92), Jamaica (37.82), Gran Bretaña (38.02) e Italia (37.95), de la mano de Lamont Marcell Jacobs, flamante titular de los 100 metros.
Asimismo, este revés se suma a los magros resultados en las finales del hectómetro, que tenía a Bromell como referente, la media vuelta al óvalo, cuya estrella era Noah Lyles y venció el canadiense Andre de Grasse, y los 110 con obstáculos donde contaban con Grant Halloway antes de la arremetida del jamaicano Hansle Parchment.
En los 400 metros tampoco lograron hacer la cruz, puesto que la victoria fue para el bahamés Steven Gardiner y la boricua Jasmine Camacho-Quinn lució inmensa en los 100 con obstáculos.
Además, en las vallas largas dominó el noruego Karsten Warholm, prueba en la que sí reinó la estadounidense Sydney McLaughlin, por lo que la potencia espera noticias agradables en los 400 metros planos femenino, cuyo estandarte es la legendaria Allyson Felix, y en el relevo corto, que sí alcanzó su clasificación.
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