Los continuos y horribles ataques contra civiles perpetrados por el Frente destrozaron gran parte de la infraestructura escolar en la zona septentrional del país. Esa cifra incluye únicamente a los estados de Afar y Amhara, aseguró Mekuria en esta capital.
Por ejemplo, en Afar, el grupo criminal desmanteló intencionalmente 445 escuelas que acogen a más de 88 mil estudiantes de varios niveles, explicó durante una conferencia en la cual expuso alcances y limitaciones del sector durante los últimos 12 meses.
Y en Amhara, añadió, ‘esos forajidos arruinaron un total de 140 escuelas y colegios en apenas cuatro semanas’.
En total, subrayó, ‘hasta ahora, la guerra que libra la organización terrorista contra la población civil ha privado de recibir instrucción a alrededor de 1,4 millones de niños, y de trabajo y crecimiento profesional a más de 48 mil profesores’.
En noviembre de 2020, el TPLF atacó a las Fuerza de Defensa Nacional en Tigray y el primer ministro Abiy Ahmed respondió con una ofensiva militar para neutralizarlo y restablecer la legalidad en la demarcación.
Desde entonces comenzaron procesos legales contra varios de sus líderes y más tarde el Parlamento lo declaró organización terrorista.
Más de nueve meses después, el ejército federal persigue a integrantes del grupo prófugos de la justicia y presuntos autores de varias violaciones de los derechos humanos, enfrascados en reclutar jóvenes y reorganizarse.
En junio último, las autoridades decretaron un armisticio para facilitar la actividad agrícola durante las lluvias y garantizar asistencia humanitaria, pero el TPLF lo rechazó e incrementó su criminalidad, principalmente contra civiles, según varias acusaciones oficiales.
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