De acuerdo con el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, la mayoría de las 23 víctimas mortales reportadas en este estado fallecieron al quedar atrapadas en sus vehículos en medio de las inundaciones causadas por la tormenta.
Según medios locales, se reportaron cinco muertes en Pensilvania, una en Maryland y otra en Connecticut.
En Nueva York otras 16 personas murieron durante el paso de Ida, 13 de ellas en la capital del estado y otras tres en Westchester, explicó el alcalde de ese territorio Bill de Blasio.
Las víctimas en la Gran Manzana van desde un niño de dos años hasta una mujer de 86 años. Al menos ocho de los muertos perecieron atrapados en los sótanos de sus viviendas. Es una pérdida trágica para la ciudad, la autoridad explicó.
Nuestras calles son vulnerables. El sistema de drenaje no funciona, el agua no se va y llega no solo a las carreteras, sino que encuentra su vía para penetrar en el metro y hogares, dijo.
En Louisiana las autoridades temen por la resistencia del sistema sanitario, especialmente cuando el país enfrenta una oleada sin precedentes de contagios por Covid-19, causado por el Sars-coV-2.
Los estragos que dejó Ida en Estados Unidos generan dudas sobre la percepción de riesgo de la población y la capacidad de respuesta del gobierno ante el cambio climático, de acuerdo con expertos.
Un nuevo análisis de Redfin mostró que el número de estadounidenses que se mudan a zonas de alto riesgo va en aumento.
Los 50 principales condados de Estados Unidos que enfrentan riesgos climáticos de calor, tormentas, huracanes, sequías, inundaciones e incendios registraron un aumento de población en los últimos cinco años.
El domingo Ida tocó Luisiana, en el sur de Estados Unidos, como un poderoso huracán categoría cuatro. Al menos a un millón de personas quedaron sin electricidad y se vieron obligados a evacuar.
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