‘Aunque el movimiento sindical no resurge del todo, da señales de vida tras décadas de declive’, resaltó el escritor, editor y empresario Dan Primack en un artículo publicado en el sitio Axios.
En 2020, el 10,8 por ciento de todos los trabajadores asalariados en Estados Unidos eran miembros de sindicatos, un 0,5 por ciento más que en 2019, según las estadísticas del gobierno federal.
De acuerdo con Primack, esa es la marca más alta desde 2015, cuando las uniones representaban al 11 por ciento de la clase obrera.
Según un análisis de Axios, los hombres son más propensos a sindicalizarse que las mujeres, como también la comunidad negra sobre la blanca, asiática o hispana.
Persiste la brecha entre los trabajadores del sector público, que representan la mayoría (34,8 por ciento) y los del sector privado, que son la minoría (6,3 por ciento).
El número real de afiliados a uniones se redujo en 2020 en más de 321 mil, pero el descenso de los empleos no sindicados fue mucho más exaltante, explicó el experto.
¿Podrán los sindicatos ajustarse con éxito a la cara cambiante del trabajo estadounidense, que se transforma hacia más servicios y menos fabricación? Aún está por verse, añadió.
La noticia salió a la luz justo cuando Estados Unidos marca el Día del Trabajo (Labor Day), en honor a las marchas obreras organizadas a finales del siglo XIX para exigir derechos laborales.
Este día se convirtió en festivo 12 años después de la primera marcha, que tuvo lugar en la ciudad de Nueva York.
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