El nuevo proyecto de ley firmado la semana pasada prohíbe el uso de fármacos inductores del aborto en ese territorio estadounidense a las siete semanas de embarazo, según la publicación The Dallas Morning News.
La norma, que entrará en vigor en diciembre, permitirá a cualquier ciudadano acusar a quienes infrinjan la ley ‘intencionadamente, a sabiendas o por imprudencia’.
La pena por tal acción conllevaría multas de hasta 10 mil dólares y entre 180 días y dos años de prisión, explicó The Hill.
Abbott firmó el documento poco después de que se aprobara otro proyecto que impide a las mujeres interrumpir su embarazo si se percibe actividad cardiaca en el feto, lo que puede ocurrir tan pronto como a las seis semanas de gestación.
La ‘Ley del Latido’, que Abbott firmó en mayo, permite a la mayoría de los ciudadanos particulares presentar demandas contra quien se considere que infringe la ley.
A principios de septiembre, el Tribunal Supremo rechazó una petición de emergencia de profesionales de la salud y defensores de los derechos de las mujeres para bloquear la medida, la más restrictiva sobre este asunto en el país.
El lunes se realizó la primera acción legal contra un médico de San Antonio, Texas, que admitió practicar un aborto que infringía la polémica Ley del Latido.
El doctor Alan Braid explicó que realizó la interrupción del embarazo cinco días después de la entrada en vigor de la norma porque tenía un compromiso profesional con la paciente.
A criterio de muchos en Estados Unidos, este es el momento para que la administración del presidente Joe Biden cumpla su promesa de proteger a quienes hacen estos procedimientos y a las mujeres que lo solicitan.
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