Según informó el ministerio del Interior, la medida forma parte del acuerdo del Brexit, que además de marcar la retirada de país de la Unión Europea (UE), puso fin al libre movimiento de personas entre la llamada Zona Schengen y las islas británicas.
Pero no solo los ciudadanos del bloque deberán mostrar su pasaporte en los puntos de acceso al Reino Unido, sino también quienes viajen procedente de la llamada Área Económica Europea y Suiza.
Tras apuntar que las tarjetas de identidad están entre los documentos falsos más detectados en la frontera por las autoridades de inmigración, el gobierno británico alegó el objetivo es evitar que el crimen organizado y los migrantes ilegales las utilicen para entrar al país.
Al poner fin al uso de esos documentos de identidad inseguros estamos fortaleciendo nuestra frontera y poniendo en práctica nuestra prioridad de retomar el control de nuestro sistema de inmigración, aseveró la ministra del Interior, Priti Patel.
La funcionaria agregó que ese paso forma parte también de los planes del gobierno conservador de endurecer las leyes migratorias tras el Brexit.
Solo los europeos que aplicaron para permanecer en el Reino Unido tras consumarse el año pasado el divorcio entre Londres y Bruselas podrán seguir utilizando la tarjeta de identidad de su país de origen hasta al menos 2025.
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