Los intercambios de criterios, los respaldos al contenido y las sugerencias de adición o eliminación tuvieron lugar en temas como los derechos de niños y adolescentes, la adopción y la responsabilidad parental.
El sano desenvolvimiento de las nuevas generaciones y su crianza y desarrollo en un ambiente de no violencia e inclusión y la incidencia de las tecnologías modernas de la información y la comunicación en el entorno familiar, también estuvieron entre los asuntos tratados.
A propósito de la cuestión de las tecnologías novedosas, varias intervenciones coincidieron en la importancia de promover un contexto digital seguro y libre de la violencia y los contenidos enajenantes.
En el debate, encabezado por la embajadora en esta capital Yaira Jiménez, participaron 24 personas, entre ellas profesores cubanos que cursan doctorados en universidades belgas.
El proyecto del Código de las Familias fue aprobado por la Asamblea Nacional cubana en diciembre pasado, y en sintonía con una de las disposiciones transitorias de la Constitución, es sometido por estos días a una amplia consulta popular en la Isla, proceso al que seguirá un referendo para confirmar la iniciativa.
Se trata de un texto considerado moderno, al proteger todas las expresiones de la diversidad familiar y el derecho de cada persona a constituir una familia sobre la base de los principios de igualdad, no discriminación y dignidad humana plasmados en la carta magna.
El código fortalece la responsabilidad familiar desde el punto de vista emocional, educacional, formativo y económico en la atención a sus miembros; con el amor, el afecto, la solidaridad y la responsabilidad en lo más alto de los valores.
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