La Comisión Electoral de Circunscripción para el proceso de consulta popular, presidida por la embajadora aquí, María del Pilar Fernández, dio paso a un enriquecedor intercambio de opiniones, señalamientos, y aportes al documento que paralelamente también someten a examen los más de 400 colaboradores de la Salud en esta nación centroamericana.
Los participantes coincidieron en el propósito inclusivo, vanguardista y solidario del texto, al punto de considerarlo un «Código de los afectos» y «reflejo de la sociedad cubana y lo que queremos que sea para perfeccionarla a futuro».
Destacaron, en ese sentido, la prioridad a la protección del niño y su atención integral como voluntad política estatal, así como el reconocimiento de los abuelos y sus derechos en el seno familiar.
Otros temas giraron en torno a las personas cuidadoras, sus deberes y prerrogativas, al igual que los acápites referidos a quienes están en situación de discapacidad.
Varias intervenciones apuntaron «al orgullo que se siente de ser cubano cuando uno lee este proyecto de Código por su alcance, integralidad y visión a futuro».
Para la mayoría, esta consulta demuestra el carácter verdaderamente participativo de la democracia cubana desde sus bases.
«Es un retrato de nuestro pueblo y sus vivencias y eso blinda al Código», aseguraron, al tiempo que resaltaron su alcance jurídico y cómo simplificará el trabajo a los hacedores del Derecho.
De igual forma se compartieron preocupaciones sobre el adulto mayor, en condiciones de soledad vulnerable, y acogieron con agrado las previsiones de cuidados sociales planteadas en esta versión, previo a un nuevo enriquecimiento antes de someterla a referendo.
Entre otras apreciaciones, resaltaron que se trata de un documento de esencia ética, ajustado a las normas constitucionales vigentes, fomentador de valores, abarcador de todas las instituciones familiares que conviven hoy en la sociedad y con una amplia gama de derechos.
Como resultado de la discusión detallada, se realizaron 18 planteamientos con propuestas de adición, modificación y presentación de dudas.
Al concluir el debate, Fernández, subrayó la profundidad con que se trataron los diversos temas del proyecto de Código de las Familias, el cual consideró «un reflejo de lo que establece nuestra Carta Magna en cuanto a dignidad, justicia social, humanismo, ética, solidaridad, bienestar y prosperidad individual y colectiva».
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