La atmósfera que en julio parecía indicio de una “ola roja”, ahora dibuja un ambiente esperanzador para las fuerzas azules, pero pronósticos de fuentes especializadas señalaron que ninguna bancada tiene una ventaja significativa.
A pocos días de los comicios, la lucha por el control de la Cámara Alta deviene una cuestión de cara o cruz.
ESCAÑOS EN DISPUTA
Según el especialista del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de Cuba Carlos Ciaño Zanetti, por lo general el partido de la administración en el poder, en este caso del demócrata Joe Biden, pierde asientos en la Cámara de Representantes y el Senado, lo cual es mayor durante el primer periodo de un mandatario.
En declaraciones a Prensa Latina, subrayó que en los últimos 40 años el promedio de escaños perdidos en la parte “baja” del Congreso es de alrededor de 29 asientos, en tanto en la Cámara Alta es de 3.75.
Actualmente los azules cuentan con una ajustada mayoría en la legislatura bicameral, y en el caso del Senado está dividido 50-50 (48 demócratas, pero dos independientes votan con ellos), con el desempate en manos de la vicepresidenta Kamala Harris.
En opinión del experto en política norteamericana, los comicios venideros tienen particularidades interesantes, pues en los últimos tres meses la actual administración empezó a dar señales de vida con la aprobación de normativas como la Ley para la Reducción de la Inflación, si bien no fue en la magnitud que Biden pretendía.
En agosto último, el mismo mes en que el jefe de Estado dio la luz verde a la agenda enfocada en combatir el cambio climático y ampliar la cobertura médica, tuvo una recuperación en las encuestas, después de una mala racha en la que llegó a tener solo un 38 por ciento de aprobación.
Algunos sondeos actuales sitúan ese indicador entre 42 y 45 por ciento, una subida de cinco o seis puntos que en esta época del año generalmente no ocurre, precisó el investigador.
También presentaron un crecimiento los independientes, con influencia sobre todo en los estados llamados pendulares, los cuales no son claramente demócratas o republicanos.
Las mujeres con preferencia por los azules de igual forma se incrementaron, en lo cual tiene peso importante que en junio pasado el Tribunal Supremo materializó un viejo anhelo de los conservadores al anular la llamada sentencia Roe contra Wade y con ella el derecho constitucional al aborto.
Al decir del investigador, eso convirtió al tema de la interrupción voluntaria del embarazo en una cuestión fundamental de campaña, al tiempo que aumentó de forma considerable el registro de votos de las estadounidenses.
De acuerdo con Ciaño Zanetti, tuvieron lugar elecciones en distritos que fueron vigiladas de cerca porque supuestamente serían un medidor para el llamado a las urnas de noviembre.
Aquí aparece como ejemplo Alaska, conservador puro, donde la republicana Sarah Palin, con un currículo de hasta candidata a vicepresidenta, aspiraba a un cargo, para finalmente ceder ante Mary Peltola, en la primera vez que en ese estado un demócrata ganaba el Congreso en medio siglo.
Algo similar aconteció en agosto en elecciones especiales en Nueva York, donde el azul Pat Ryan superó a su oponente Marc Molinaro en una disputa para la Cámara Baja en el distrito 19, cuando los pronósticos anunciaban una victoria roja. Las “balas” del ganador fueron la defensa del derecho al aborto y el futuro de la democracia.
¿MALOS CANDIDATOS?
A juicio del entrevistado, hay cuestiones que atentan contra el GOP, y paradójicamente, una de ellas es el expresidente Donald Trump (2017-2021), quien controla más de un 80 por ciento del voto conservador.
En este sentido, mencionó cómo el exgobernante influyó considerablemente en las primarias rojas con relación a estas elecciones de medio término y muchos de sus nominados vencieron, incluso cuando son “malos candidatos”, con “récords terribles”.
Como indicó Ciaño Zanetti, casi todos tienen como base fundamental decir que las elecciones presidenciales del 2020 fueron un fraude y le robaron la victoria a Trump, incluso, algunos tuvieron ciertos grados de participación -o apoyo- en el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021.
Lo que los hace “malos” aspirantes es su extremismo, lo cual preocupa a la gente y es rechazado por los independientes, aseveró.
Sin embargo, según el portal especializado Sabato’s Crystal Ball, los republicanos del Senado presentan una débil cosecha de candidatos en una época en la que la calidad de los aspirantes puede estar disminuyendo en importancia.
Ello significa entonces que los partidarios son más propensos a quedarse con su candidato y restar importancia a otros factores, como el comportamiento personal o la titularidad.
Más allá de conjeturas, como afirma el diario Politico, los votantes demócratas están energizados después de la decisión de la corte sobre el aborto, y la presencia constante de Trump en el centro de atención impulsa la ira azul.
A su vez, hay factores que inclinan la balanza para el lado del partido identificado con los elefantes, que viene trabajando sobre todo desde el 2010 en función de copar las legislaturas en los estados y materializar lo denominado Gerrymandering, referido a la reconfiguración de distritos para impactar sobre los resultados electorales.
Así, muchos de estos republicanos que decían que las elecciones anteriores fueron robadas, son quienes van a controlar los comicios del 8 de noviembre en una buena cantidad de demarcaciones y ya adoptaron nuevas regulaciones, que van desde reducir los días del sufragio hasta impedir la entrega de agua a las personas en la fila.
“Con el pretexto de evitar el fraude, lo que están es limitando en realidad el voto demócrata”, enfatizó el investigador Ciaño Zanetti, y recordó cómo por los azules deciden más las minorías y jóvenes, quienes poseen menos experiencia en los comicios y necesitan más de ayuda para ejercer ese derecho.
Otra debilidad para los identificados con el logo de los burros es, aunque el índice de aprobación resulta ahora mayor para Biden, que todavía más del 50 por ciento de los encuestados tiene una opinión negativa sobre su gestión.
De igual forma, tienen en contra que generalmente votan menos personas del partido del Gobierno, aunque la cuestión del aborto hizo crecer la expectativa sobre la cantidad de demócratas que vayan a las urnas, refirió el especialista del CIPI.
En cambio, los republicanos disfrutan del beneficio de representar el partido de la oposición, lo cual generalmente gana asientos, agregó.
VOTOS AL COMPÁS DE UN PÉNDULO
En opinión de analistas, debido a la polarización política existente en Estados Unidos, los republicanos votan casi siempre por los conservadores, los demócratas a los suyos, y al final quienes deciden son los independientes, que son aproximadamente el 33-34 por ciento de la población y no están comprometidos con uno ni otro partido.
De los 50 estados, 20 son decisivamente demócratas y 21 definitivamente republicanos, y quedan nueve denominados “pendulares”, es decir, que no eligen siempre el mismo partido y donde los independientes tienen un peso más importante, detalló Ciaño Zanetti.
Con respecto a cómo quedaría la Cámara Alta del Congreso ni los principales expertos en elecciones, como Charlie Cook, Larry Sabato (de Crystal Ball) y el blog de análisis político FiveThirtyEight, terminan de estar completamente de acuerdo.
Para el investigador del centro cubano, 21 republicanos y 14 demócratas van a escaños senatoriales en las elecciones intermedias, y hay estados rojos seguros y azules también, pero nueve son pendulares.
Las filas del presidente tienen cierta ventaja teórica, porque de esos nueve los cuatro estados liberales serán defendidos por sus titulares (y siempre que ello ocurre tienen menos posibilidades de perderse los asientos), mientras de los cinco conservadores, solo dos intentarán repetir; los otros tres son escaños abiertos.
BURROS VERSUS ELEFANTES
Las cuatro demarcaciones de las identificadas con los “burros” son Arizona, Georgia, New Hampshire y Nevada; mientras los “elefantes” resultan Florida, Wisconsin, Pensilvania, Carolina del Norte y Ohio, siendo los dos primeros defendidos por senadores titulares.
– Arizona
El demócrata fue electo en 2021, el astronauta retirado Mark Kelly, quien enfrenta al trumpista Blake Masters, pero con encuestas a su favor. Para Ciaño Zanetti, este es un escaño bastante seguro para los demócratas.
– Georgia
Raphael Warnock, un pastor que ganó por primera vez hace un año, tiene de contrincante a Herschel Walker, también seguidor de Trump, una antigua estrella de fútbol americano con antecedentes de maltrato a las mujeres y candidato antiabortista que pagó por la interrupción voluntaria del embarazo de su novia.
Al decir del experto, teniendo en cuenta anteriores sondeos y la opinión de los más reconocidos especialistas norteamericanos, ambos tienen posibilidades de ganar, con el péndulo inclinado ligeramente a favor de Warnock. Habría que ver si la historia destapada de Walker sobre el aborto y las denuncias de inventos de su currículum podrán arrebatarle votos.
– New Hampshire
La titular es la demócrata Maggie Hassan y tiene a un trumpista retándola, el general de brigada retirado Donald Bolduc, quien dijo que las elecciones de 2020 fueron robadas hasta el día que ganó la nominación republicana, para luego cambiar el discurso a: “Yo estaba equivocado, Biden ganó de verdad”.
Ciaño Zanetti considera que la senadora debe mantener su posición.
– Nevada
De acuerdo con el investigador, aquí la cuestión es más difícil para los azules, pues el candidato republicano, el exfiscal general Adam Laxalt, es un político tradicional con prestigio.
Según una encuesta de votantes de The Nevada Independent/OH Predictive Insights publicada el 9 de octubre, en la carrera por la Cámara Alta allí Laxalt aventaja a la senadora Catherine Cortez Masto por dos puntos (45 por ciento a 43 por ciento).
– Florida
Marco Rubio busca mantenerse en el Senado, con la ventaja de pesquisas y expertos; pero, insistió Ciaño Zanetti, la candidata demócrata es buena, Val Demings, quien fue jefa de policía en Orlando y estuvo en la lista de Biden como posible compañera de fórmula para la vicepresidencia.
– Wisconsin
Defendido por Ron Johnson, de cara a Mandela Barnes, vicegobernador del estado desde 2019. Los rastreos fueron bastante parejos, aunque especialistas piensan que el republicano va a retener el escaño, en tanto la fuente del CIPI ve posibilidades para los demócratas.
– Pensilvania
Por los azules el aspirante es John Fetterman, vicegobernador en este momento, un hombre de más de dos metros de altura, con tatuajes, prestigioso y carismático, pero quien sufrió un derrame cerebral en este año y a veces tiene problemas de procesamiento auditivo.
Su oponente es el médico cirujano Mehmet Oz, presentador de un programa de televisión, ganador de la nominación gracias al impulso de Trump, pese a problemas para unir a los republicanos, apunta el diario The Hill. El análisis del entrevistado por Prensa Latina es que, al parecer, el estado de republicanos, va a pasar a los demócratas.
– Carolina del Norte
Hasta ahora hay paridad entre la demócrata Cheri Beasley, la primera mujer afrodescendiente en presidir el Tribunal Supremo estatal, y el congresista republicano Ted Budd, y ambos son buenos candidatos, acotó la fuente.
– Ohio
Sede del enfrentamiento entre el demócrata Tim Ryan, miembro de la Cámara Baja, un hombre moderado; y un recién llegado a la escena política estadounidense, James David Vance, autor del libro de superventas Hillbilly, una elegía rural, que ayudó a entender a la clase trabajadora blanca motivada por Trump.
Las predicciones de FiveThirtyEight muestran que los demócratas tienen una probabilidad de dos en tres de mantener la Cámara Alta e incluso una posibilidad de conseguir suficientes escaños para eliminar el filibusterismo, con el cual para ganar un proyecto de ley importante tiene que recibir más del 60 por ciento de los votos senatoriales.
En tanto, los republicanos tienen oportunidades de ganar en Nevada y Georgia (aunque está por ver cómo afectarán los escándalos de Walker); los demócratas parecen tener una posición más firme en Arizona y podrían incluso obtener un escaño en Pensilvania.
De acuerdo con Politico, las contiendas de Florida, Carolina del Norte y Ohio parecen inclinadas hacia republicanos; y aumentan las probabilidades azules en el campo de batalla donde Biden ganó en las elecciones presidenciales de 2020: Georgia, Nevada, Pensilvania, Wisconsin, Arizona, Colorado y New Hampshire.
Sin embargo, la moneda sigue en el aire.
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