La jornada apuntaba a una buena noticia para los campeones vigentes, ya que el delantero del Real Madrid regresó el sábado a la práctica con sus compañeros por primera vez desde la llegada de la selección dirigida por Didier Deschamps a tierra qatarí, después de entrenar aparte, junto al defensor Raphael Varane, en las sesiones del jueves y de ayer.
Los problemas en el muslo izquierdo parecen poner en peligro mucho más que el debut de Benzema con Francia el martes frente a Australia por el grupo D del mundial, encuentro para el que ya había sido descartado.
En espera de los exámenes médicos a la superestrella de 34 años, el pesimismo ronda aquí, y muy pocos creen que la temible dupla ofensiva que estaba llamado a formar con Kylian Mbappé será una realidad, aunque la esperanza es lo último que se pierde.
Las lesiones se han ensañado con Les Bleus, como si una fuerza superior quisiera impedir que un país vuelva a repetir la corona mundial, hazaña que no se ve en el planeta fútbol desde el Brasil de Pelé, en 1958 y 1962.
Antes de anunciar su lista de 26 jugadores, Deschamps quedó sin los servicios de los estelares centrocampistas Paul Pogba y N’Golo Kanté, y esta semana salieron de la nómina el zaguero Presnel Kimpembe y el atacante Christopher Nkunku.
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