En declaraciones conjuntas, el presidente de la Unión Danesa de Fútbol (DBU) y su CEO, Jakub Jensen y Jesper Moller, respectivamente, soltaron la bomba apenas unas horas después del debut de la selección absoluta ante Túnez (0-0) en la XXII Copa Mundial.
“No es una decisión que se haya tomado ahora. Hace tiempo que lo tenemos claro. Lo hemos estado discutiendo en la región nórdica desde agosto”, dijo Moller en medio de un mar de criterios sobre el tema.
Hasta donde se conoce, seis equipos europeos (Países Bajos, Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Suiza y Gales) planeaban usar un brazalete arcoíris, que, además de los colores de la bandera LGBT+, tiene en el centro un corazón en apoyo a la diversidad sexual.
Sin embargo, la FIFA desactivó el intento de gesto colectivo a favor de la inclusión en Qatar 2022, al comunicar la imposición de sanciones deportivas a las selecciones cuyos capitanes pretendían llevar la prenda.
“Lo hemos vuelto a pensar ahora. Me imagino que puede haber desafíos si Dinamarca se va sola. Tenemos que pensar en la cuestión de cómo restaurar la confianza en la FIFA. Debemos evaluar lo que ha sucedido y luego debemos crear una estrategia, también con nuestros colegas nórdicos”, añadió Moller con el apoyo de Jensen.
Ante tal tesitura, declaró que su organismo no apoyará formalmente al actual presidente Gianni Infantino en su proceso de reelección, aunque el italosuizo es el único candidato hasta el momento.
“Hay elecciones presidenciales y 211 países en la FIFA. Tngo entendido que el presidente actual tiene declaraciones de apoyo de 207 países. Dinamarca no está en esa lista y no lo vamos a estar”, sentenció.
En medio de este período de reflexión, Dinamarca volverá al ruedo competitivo frente a Francia, vigente monarca, el sábado 26 de noviembre en el Estadio 974, como parte de un grupo D que igual dejará el tope Túnez-Australia.
mem/jdg