La lid en suelo árabe quedará en los libros por los dilatadísimos descuentos, pues cada vez que está a punto de concluir un tiempo reglamentario, los aficionados vuelven sus rostros hacia el cuarto juez y los gestos de asombro no tienen desperdicio.
El partido inaugural (Qatar-Ecuador) se extendió hasta el minuto 102, pero si eso le parece mucho (o poco), el panorama empeora conforme debutan las 32 selecciones aspirantes al título.
Lea lo siguiente: en la primera parte del choque Inglaterra-Irán se añadieron 14; en la segunda otros 13, sin prórrogas ni penaltis, es el más largo de la historia de la Copa del Mundo, con 117 minutos y 16 segundos.
Según trascendió en conferencia de prensa, estas decisiones responden a una petición expresa de la FIFA, harta de que el juego efectivo se reduzca cada vez más, explicó Pierluigi Collina, presidente del Comité de Árbitros del organismo rector de la disciplina.
Collina brindó otras luces: «La celebración de un gol puede durar un minuto, o minuto y medio. Es fácil perder tres, cuatro, cinco minutos solo para celebraciones. Este tiempo tiene que ser considerado y compensado al final”.
En tal sentido, el italiano, de 62 años y considerado el mejor “imparcial” de siempre, recomendó que “si se quiere más juego, debemos estar preparados para ver este tipo de descuentos”.
Además, habló a la prensa acreditada sobre la relevancia del VAR en estos asuntos. “Es otra cosa más que se debe tomar en cuenta. Todo es calculado por el Árbitro Asistente de Video de una manera muy precisa”.
En fin, que todo forma parte de un plan y ni los propios protagonistas –los jugadores- tienen voz ni voto.
A este paso, perderá total vigencia la icónica frase del comentarista y narrador Luis Omar Tapia: “Comienzan los 90 minutos del deporte más hermoso del mundo”. Tiempo al tiempo.
jf/jdg