Atrás quedó la primera vuelta de la fase de grupos y cada cual maneja el asunto a su modo y lanza pronósticos al aire como si el deporte fuera justo al cien por cien, las profecías señales de cumplimiento absoluto y el éxito en la vida no tuviera dosis de suerte.
Los raciocinios cargan –eso sí- cuotas de verdad, como el ¿especialista? en duelos de piedra, papel o tijera, que explica presuntuoso su estrategia y olvida que el azar puede variar la historia en cualquier instante, a la velocidad de un chasquido de dedos.
¿Brasil? ¿Francia? He ahí dos opciones muy apostadas y objetivas. Un par de planteles que por tener, lo tienen todo, incluso ausencias que ya fueron suplidas sin cuotas de desconfianza. Pero la primera semana de Qatar 2022 también marcó el ascenso de España e Inglaterra y la pérdida de caché –al menos por ahora- de Argentina y Alemania.
Al ritmo de Richarlison, del Tottenham Hotspur inglés, la “canarinha” ratificó su favoritismo, a golpe de juego alegre, rápido y vertical, contra una Serbia que no será bocadito para nadie y todavía planea avanzar de ronda.
Pero le tocó bailar con el fortachón del evento: líder del ranking de la FIFA y la eliminatoria de Conmebol en calidad de invicto, y dueño de una plantilla pletórica de jugadores top, algunos desequilibrantes y seguros como pocos.
Neymar salió lesionado y suenan las alarmas en el gigante sudamericano, porque es la megaestrella del proyecto del entrenador Adenor Leonardo Bacchi, “Tite”, junto a cracks de la talla de Vinícius, Casemiro, Rodrygo, Raphinha, Thiago Silva, Marquinho, Alisson Becker, entre otros.
Justo entonces vuelve a saltar el único punto negativo. Ningún equipo ha logrado la corona al enfrentar la lid como número uno en el listado del orbe. Ni tan siquiera el territorio del “jogo bonito” -máximo ganador de siempre, con cinco copas- pudo quitarse ese sambenito en tres oportunidades anteriores. ¿Será una maldición?
¿Cábala? Brasil es el único país sudamericano que ha ganado un Mundial fuera de su continente. Tal proeza aconteció en Corea del Sur-Japón 2002… ahora existe la posibilidad de repetir la proeza.
En la otra esquina, de azul, está Francia, rey vigente, con parte del núcleo de la plantilla que pavoneó un estilo efectivo en Rusia 2018. Para colmo, Didier Deschamps sigue siendo el míster y guarda en sus hojas de anotaciones la fórmula para vencer.
Ante la ausencia por lesión de Karim Benzema, flamante Balón de Oro, la figura indiscutible es Kylian Mbappé, uno de los delanteros más temidos en la actualidad. Pero hay más, mucho más, como Oliver Giroud, que se estrenó con doblete después de irse en blanco hace cuatro años.
Resulta difícil que no cause pavor una selección que integren también Ousmane Dembélé, Antoine Griezmann, Raphael Varane, Adrien Rabiot, Aurélien Tchouaméni, Benjamin Pavard… ¿seguimos?
Y mientras se extraña la presencia de la todopoderosa Italia, la lista de candidatos exhibe otros nombres: España, Inglaterra y Bélgica demostraron de qué están hechos en sus estrenos en Qatar. Los primeros golearon sin piedad. Las palmas para Japón y Arabia Saudita, las mayores sorpresas hasta este segundo.
Alemania y Argentina, que cayeron de forma estrepitosa, todavía conservan opciones y el respeto de contrarios y seguidores, al menos hasta que se demuestre lo contrario. Portugal cumplió ante Ghana en duelo físico, y Uruguay, doble monarca global, comenzó un poco tímido, pese a la intensidad de la hinchada celeste.
Dicho esto, retorna en el tiempo la incógnita mejor guardada por el futuro, ¿qué equipo ganará Qatar 2022? Aumentan las apuestas, ¿quién da más?
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