El retrato del contexto lo hemos visto en innumerables películas: una persona confía en la firmeza de la superficie y termina ahogándose en medio de súplicas; algo así pueden vivir en solo horas la Scaloneta de Lionel Messi y el “Tri” del técnico Gerardo “Tata” Martino.
Un revés de la albiceleste condenaría su ofuscación con la Copa del Mundo, después del estreno inexacto ante la sorprendente Arabia Saudita (1-2), mientras la escuadra azteca sacó contra Polonia (0-0) un punto que tampoco sació las expectativas del combinado norteamericano.
“Debimos ganar ese juego”, dijo la víspera el “Tata”, quien se sinceró al expresar que “cuando se hizo el programa de encuentros y nos tocó Argentina, nunca imaginamos este escenario”.
“La victoria de Arabia Saudita no estaba en los planes”, afirmó ante la posibilidad de eliminar a su país de nacimiento, un contexto peliagudo por la pasión que genera el fútbol en ese territorio.
El preparador, que dirigió a Argentina entre 2014 y 2016 y llegó a dos finales de Copa América, tiene ante sí el chance de “borrar” a la albiceleste en primera fase por cuarta vez en la historia de los Mundiales.
Ante tal tesitura, Martino fue tajante: “Si estuvieras en mi lugar, ¿qué harías?’ Seguramente buscarías que gane México. No hay otra respuesta, porque yo trabajo para esta selección”.
“Yo sé dónde nací, sé el nombre del sanatorio, en qué año, te puedo contar las características de mi ciudad, pero tengo que hacer lo imposible para que mi equipo gane”, sentenció en medio de las constantes preguntas en torno a la situación.
De Messi, a quien también dirigió en el FC Barcelona español, apenas dijo que “es el mejor futbolista de los últimos 15 años”, frase algo corta para aquellos que colocan a la “Pulga” como el número uno de siempre, o, mínimo, de lo que va de siglo XXI.
Justamente, el capitán sudamericano afrontará el segundo juego de su quinto certamen global, y prematuramente podría decirle adiós a su mayor aspiración: conquistar el título, tras ocho años de verlo tan cerca frente a Alemania en Brasil 2014.
Por su parte, el técnico Lionel Scaloni definió la línea de pensamiento colectivo. “¿Qué nos jugamos? Un partido de fútbol, con toda la responsabilidad de que atrás hay un país que quiere que nos vaya bien. Este grupo va a dejar todo hasta el último minuto en el campo”.
Con muchísimo morbo en el ambiente debido al historial entre los equipos y las aficiones, Argentina y México pugnarán desde las 22:00, hora local, en el Estadio Lusail, justamente donde aconteció la debacle sudamericana y sede de la disputa de la corona el 20 de diciembre.
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