La actuación de los planteles de ese organismo regional (FAC) rompe los esquemas preestablecidos y contra todo pronóstico navega como una de las mayores sorpresas en el corriente certamen del orbe.
Resulta fácil advertir que las mayores loas recaen en Arabia Saudita y Japón, que desconcertaron al planeta con sus éxitos ante los poderosos Argentina y Alemania, en ambos casos por 2-1.
De hecho, el plantel saudí tiene la oportunidad de certificar su avance a los octavos de final si vence este sábado a la Polonia del letal goleador Robert Lewandowski (Barcelona), en el Estadio Ciudad de la Educación.
Después de los primeros 16 partidos del torneo (todas las naciones debutaron), Asia registra siete unidades de 15 posibles (46.6), apenas por detrás de los 25 de 39 de Europa (64.1), recuerda el portal ESPN.
Empero, esas cifras mejoran al tomarse en cuenta que Australia (Oceanía) también compite por la FAC y superó hoy a Túnez (1-0) en la segunda vuelta de desafíos de llave D.
Así, podemos hablar de una efectividad superior al 50 por ciento (10 de 18 unidades), mejor que América (nueve de 24) –disminuida por los marcadores de Argentina y Uruguay- y África (dos de 22).
Dentro del “misterio” no se puede olvidar el empate de Corea del Sur ante el citado Uruguay y la victoria de Irán sobre Gales, todo ello en medio de la debacle de Qatar, que pasó a la historia como el segundo anfitrión incapaz de colarse en la ronda de eliminación directa.
Aunque resta muchísimo calendario por delante, el público y la prensa dejaron de perder de vista a las nóminas asiáticas, con énfasis en sus dos súper atracciones: Arabia y Japón, llamados “terror de las potencias”.
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