Atrás quedan los rugidos que acompañaron en esta capital momentos estelares del partido de despedida de la charrúa, al vencer a Ghana 2-0 con par de dianas de Giordian de Arrascaeta.
A la hora de la porfía en el barrio Pocitos, donde está la oficina de Prensa Latina en esta capital, ocurrió la primera gritería ciudadana cuando el portero Sergio Rochet, atajó de maravilla un disparo ghanés.
Fueron más altisonantes poco después las exclamaciones que acompañaron a los dos goles en el primer tiempo de Giorgian de Arrascaeta, que pusieron a soñar a los tres millones y más de sus compatriotas para la fase de octavos de final.
Y con el nacido en el departamento de Río Negro, en el suroeste de la geografía uruguaya, está planteada una de las polémicas en curso aquí luego de la eliminación mundialista.
El técnico Diego Alonso prescindió en los dos primeros partidos de Arrascaeta, quien resultó designado más valioso de la recién saldada Çopa de Fútbol de Brasil, y campeón de la Copa Libertadores, siempre con el Flamengo brasileño.
Otras opiniones resultan de la propia selección derrotada, en la que algunos emblemáticos jugadores justifican con críticas a alegados fallos arbitrales la falta de otras dianas a favor de Uruguay frente a los ghaneses.
Tales posturas aluden, sin decirlo, a que el destino de la celeste estaba comprometido a lo que hiciera a igual hora el equipo sudcoreano, sorpresivo al vencer a Portugal, aunque los lusitanos jugaran sin sus estrellas en la cancha.
«La Copa se perdió en el planteo de la selección antes de hoy», argumentó a Prensa Latina Russo Martínez, quien repara relojes con un radio portátil pegado a su oído en la avenida Ellauri.
Reconoce el esfuerzo de la celeste en su último partido, pero lamenta que los cambios en el equipo llegaran a destiempo.
Parecido opina Gonzalo Fraga, dueño de una pequeña bodega adornada por estos días de Mundial con un pantalla plana que siguen también los usuarios.
Era muy difícil llegar sin goles a esta altura frente a Ghana, y depender del desempeño de los coreanos, argumentó.
Fueron opiniones ciudadanas que acompañan hoy el debate en este país donde el fútbol es pasión.
Y lo seguirá siendo pese a su resultado en Qatar, cuyo Mundial será el último del «Pistolero» Luis Suárez, quien pese a sus lamentos públicos, se niega hasta ahora a ser el último de los «mohicanos».
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