Un final hasta cierto punto esperado ante el aluvión de críticas al entrenador, tras ganar apenas un partido (contra Costa Rica), empatar con Alemania y perder con Japón y Marruecos (en octavos de final).
La RFEF argumentó que ha decidido ‘arrancar un nuevo proyecto con ‘el objetivo de continuar con el crecimiento alcanzado en los últimos años’, a la vez que agradeció el trabajo del asturiano.
Según trascendidos, el excéntrico preparador, que se dedicó a hacer “streamings” en el medio del torneo de Qatar y, como se esperaba, retomó su relación ríspida con la prensa apenas caer derrotado ante Japón, recibió la noticia del dictamen de la federación este jueves, tras regresar de Doha.
‘La dirección deportiva de la RFEF ha trasladado al presidente un informe en el que se determina que debe arrancar un nuevo proyecto para la Selección Española de Fútbol, con el objetivo de continuar con el crecimiento alcanzado en los últimos años gracias al trabajo realizado por Luis Enrique y sus colaboradores’, apuntó la RFEF.
Desde la noche del martes (hora local) hasta las últimas horas, pocos temas superaron la amargura de los españoles luego de la eliminación contra Marruecos en tanda de penaltis.
De forma reiterada, el nombre de Sergio Ramos, excapitán del Real Madrid y ahora con buen rendimiento con el PSG francés, saltó nuevamente a la palestra, entre los ausentes que el preparador dejó fuera de la plantilla, a todas luces por razones personales.
Ramos fue una de las gotas que colmó la copa, sobre todo por improvisar con un mediocentro como defensa central (Rodri), y sin utilizar a un zaguero muy cuestionado, Eric García.
La animadversión de Luis Enrique por los jugadores del Real Madrid y preferencia absoluta por los del Barcelona, fue otro aspecto criticado. También, en esa misma línea, menospreciar a delanteros con gol (Borja Iglesias y Iago Aspas) o a experimentados volantes como Mikel Merino.
Para colmo, alineó en el partido crucial ante Marruecos con Marco Llorente, que debutó con muy bajas prestaciones y se mantuvo los 120 minutos de encuentro.
Luis Enrique construyó su equipo como una réplica del Barcelona, tratando de imitar a aquella generación histórica que conquistó la Copa FIFA en Sudáfrica 2010. Pero eran estrellas casi irrepetibles (Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Carles Pujol o el propio Sergio Busquets).
“Es un técnico que genera rechazo y tiene muchos caprichos. No debería seguir”, adelantaba la víspera el periodista Paco González, de la cadena radial COPE.
Y la goleada 7-0 contra Costa Rica fue, efectivamente un espejismo de España, que recibió dos advertencias antes del baño de realidad definitivo con Marruecos.
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