“Nuestro continente sigue vivo en el Mundial, y confiamos en que Argentina nos dé la alegría de alzar el trofeo de ganador en el partido final”, declaró a Prensa Latina el jefe de la legación diplomática de República Dominicana en el país altiplánico, Claudio Marte, al final del encuentro.
Presidente del Grupo Latinoamericano y del Caribe en Bolivia, Marte presenció el partido junto a otros colegas de la región, de Palestina y de Europa en una de las dos pantallas gigantes ubicadas en el patio de la residencia y en un salón contiguo para acoger a cerca de 300 personas.
Resultaba difícil identificar a los de origen argentino, los bolivianos y de otros países porque la mayoría de los niños, mujeres y hombres de diversas edades reunidos allí vestían camisetas blanquiazules con el número 10 y el apellido de Lionel Messi, entre ellos el cineasta italiano Walter Uliano Pistelli.
Todos junto a integrantes bolivianos de los movimientos de solidaridad con otros países de América Latina y el Caribe se fundían en los cánticos con los cuales animaban la actuación de los jugadores sudamericanos como si estuvieran en el graderío de Qatar.
Muchos con lágrimas en los ojos y en medio de abrazos celebraron los dos goles de Messi y los de sus compañeros en la tanda de penales en el partido o las espectaculares paradas del guardameta Emiliano “Dibu” Martínez, decisivas para la clasificación a la ronda semifinal.
El final fue una explosión de júbilo, y cuando parecía que todo concluía se anunció la celebración con un concierto de una agrupación boliviana con música del artista argentino Luis Alberto Spinetta (1950-2012).
Para celebrar el tango que “bailó” el once albiceleste frente a Países Bajos este viernes, no podía faltar el más representativo género musical-bailable rioplatense, y la noche llegó y transcurrió en medio de los compases de creaciones de Ástor Piazzola, interpretada por el ensamble Silencio Cromático.
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