Ahora toca disfrutar, fue un gran partido y un gran rival, pero el equipo respondió una vez más, manifestó el técnico de la selección francesa de fútbol, Didier Deschamps, minutos después del triunfo 2-1 de los reinantes campeones del mundo en el estadio Al Bayt de la norteña y costera Jor.
El duelo resultó trepidante y cumplió las expectativas por la rivalidad histórica entre ambos países, y encontró definición en el minuto 78, cuando la escuadra de los Tres Leones exigía al máximo a la defensa gala y al arquero Lloris, gracias al cabezazo de Giroud tras un servicio dibujado por Antoine Griezmann desde la banda izquierda.
Noche de celebraciones y también de récords, Giroud llegó a 53 dianas en la cima de los goleadores históricos de Francia y Lloris rompió el abrazo que tenía con Lilian Thuram, sumando 143 presentaciones con la camiseta azul, mientras Griezmann encabeza la lista de asistidores, con 28.
El autor de la anotación decisiva calificó de extraordinaria la victoria y reconoció igualmente a unos ingleses que tuvieron más la pelota y dispararon más a puerta.
La alegría francesa contrasta con la frustración de los derrotados, sobre todo del atacante Harry Kane, quien después de igualar a Wayne Rooney como goleador histórico (53) con su penal en el minuto 54, erró en las postrimerías desde los 11 pasos el potencial empate.
Ahora toca a los ingleses hacer las maletas, otra vez sin agregar una segunda estrella al título conseguido de local en 1966, y a Les Bleus pensar en la semifinal del miércoles frente al sorprendente Marruecos, victimario más temprano de Portugal (1-0) en el otro duelo de cuartos de la jornada.
Prepararemos con mucha seriedad el partido, porque este equipo de Marruecos merece reconocimiento, aunque no es el que esperábamos en esa instancia, comentó Deschamps.
wmr