Al comparecer en el programa radial Sembrando, del partido Frente Amplio, en Radio La Gigante 800AM, Rodríguez exhortó a todos los oyentes a estudiar la obra y el pensamiento martiano e, incluso, leer lo que grandes intelectuales costarricenses han escrito sobre el Apóstol de la Independencia de Cuba.
Destacó la influencia de Martí en relevantes figuras nacionales que estudiaron en la Escuela Normal de Heredia, como Omar Dengo, o la profunda esencia martiana del escritor Joaquín García Monge, quien por primera vez publicó en su revista Repertorio Americano, el libro la Edad de Oro, del Héroe Nacional de Cuba.
Con esta comparecencia comenzó en Costa Rica la celebración del aniversario 170 del natalicio de Martí y los 130 años de su primera visita a este país, en junio de 1893, en una jornada que se extenderá hasta febrero venidero e incluye diversas actividades.
Al exaltar la vida y obra del Martí, nacido el 28 de enero de 1853 en La Habana, el diplomático cubano sostuvo que sin haber participado en la primera parte de la guerra por la independencia de Cuba de España, entre 1868 y 1878, por su corta edad, Martí se convierte en el líder indiscutible de la segunda etapa de esa contienda (1895).
Lo anterior, resaltó, porque logró unir en una causa común a altos jefes militares de esa primera fase que habían tenido desavenencias entre ellos.
Por lo tanto, subrayó, esa es otra de las grandes enseñanzas de Martí, la unidad, misma que es seguida hoy por el pueblo cubano en la defensa del proceso revolucionario, del que el Apóstol de la Independencia es símbolo y paradigma.
En otro momento de su intervención en Sembrando, conducido esta vez por Ernesto Alfaro, el embajador cubano refirió la profunda huella dejada por Martí en solo nueve días de estancia en Costa Rica, en 1893 y 1894, en la preparación de la Guerra de 1895 contra el colonialismo español.
Su propósito conseguido era convencer a varios de los generales del Ejército Mambí (Libertador) que residían aquí desde inicios de la década de 1890 y fundaron la colonia agrícola La Mansión de Nicoya.
En ese sitio, primero y único creado por cubanos fuera de la isla caribeña, se asentaron el Lugarteniente General del Ejército Mambí, Antonio Maceo, el Mayor General Flor Crombet y otros 100 combatientes y sus familias, precisó el diplomático cubano.
Además, apuntó que varios centros escolares, calles y parques de Costa Rica llevan el nombre del Apóstol de la Independencia de Cuba, como el Liceo de Puntarenas, uno de los lugares donde Martí dejó profundas huellas en sus habitantes, principalmente entre los trabajadores portuarios.
Un busto de Martí resalta en el Parque que lleva su nombre en Orotina, y otro fue colocado por la Municipalidad de San José en el Parque Nacional de esta capital, en ocasión del centenario de su natalicio, en 1953, contó Rodríguez.
Asimismo, señaló, en su paso por este país centroamericano, Martí marcó a otras de sus principales figuras de la época, como el periodista, político, educador, escritor y poeta costarricense Pío Víquez, con quien mantuvo un intercambio epistolar.
Recordó que en carta a Víquez el 8 de julio de 1893 como despedida de su primera visita a este país, Martí escribió «hemos de mantener a esta América nuestra, sorprendida en su cruenta gestación, en los instantes en que por sus propias puertas muda de lugar el mundo».
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