Por Sergio Ortiz*
Colaborador de Prensa Latina
Y como ellos lo reconocen, aquellos problemas en menor medida son fruto de errores y limitaciones de su gobierno y de una pequeña porción de la población que, por ejemplo, sube los precios.
No obstante esa preocupación para vivir el día a día, los cubanos tienen alto nivel de conciencia política y elevada base cultural y educacional, fruto de la Revolución y mantenida hasta nuestros días.
Una manera práctica de medir ese compromiso es analizar cuánta gente va a votar, a quiénes vota y con qué esperanzas. Es que los enemigos de la Revolución siempre maldicen al sistema socialista, lo acusan de dictatorial y promueven el boicot.
Eso lo volvieron a intentar el 26 de marzo el imperio que acecha a 90 millas (144 kilómetros) y la gusanería que anida en Miami; también sus representantes públicos y agentes encubiertos de “Patria Sin Vida”, que promovieron el motín violento del 11 de julio de 2021. En esa ocasión no tuvieron éxito y ahora, en la cita electoral, tampoco.
VOTAR POR TODOS
El 26 de marzo los cubanos concurrieron a votar para elegir 470 representantes ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), su parlamento. El gobierno promovía el “Yo voto por todos”, en tanto los enemigos de la Revolución apostaban al abstencionismo.
Alina Balseiro, titular del Consejo Electoral Nacional (CEN), informó que la participación fue del 75,96 por ciento: sufragaron seis millones 164 mil 876 personas sobre un padrón de ocho millones 100 mil. Los votos válidos fueron el 90,28 por ciento, en blanco 6,22 y anulados 3,50.
El voto fue hecho en 23 mil 648 colegios electorales sin ningún hecho de violencia ni denuncia de fraude ni incidentes. Las urnas fueron custodiadas por niños pioneros, a diferencia de los países capitalistas donde lo hacen el Ejército y la policía, armados.
El 19 de abril se constituirá la X ANPP, que deberá elegir a su directiva, al Consejo de Estado y al presidente y al vice del país. El actual mandatario, Miguel Díaz-Canel, podría tener su segundo mandato de cinco años.
Cualesquiera sean votados democráticamente para los cargos dirigentes y los diputados de la ANPP, su tarea será ciclópea por los problemas económicos que afronta el país.
UN BLOQUEO CRIMINAL
Estados Unidos ya probó con Cuba la vía militar en Girón (abril de 1961) y le fue mal. También mantiene el bloqueo, condenado desde 1992 en 30 oportunidades por la Asamblea General de la ONU, sin que Washington acate esa decisión de la abrumadora mayoría de los países (última votación en 2022: 185 por Cuba y 2 en contra, EEUU e Israel).
Los daños producidos a la patria de José Martí, al momento de aquella votación en Nueva York, ascendían a 154 mil 217 millones de dólares, un dineral para cualquier país.
Ese bloqueo fue agudizado por el neonazi Donald Trump con 243 medidas de refuerzo, mantenidas por su sucesor Joe Biden, demostrando que cuando se trata de asesinar a pueblos dignos, los dos partidos estadounidenses no tienen grietas.
Además del bloqueo, desde tiempos de Ronald Reagan, en 1982, se incluyó a la isla en la lista de países que patrocinan el terrorismo; eso se mantuvo hasta la administración Obama, en 2015, pero fue reimplantada por Trump y Biden.
El daño a Cuba no es tanto político, porque la mayor parte del mundo advierte que aquella es una mentira atroz. Se sabe que la isla es la víctima del terrorismo norteamericano:
Un total de 638 intentos de asesinar a Fidel Castro, bomba en el avión de Cubana sobre Barbados en 1976 con 73 muertos, atentados y bombardeos con tres mil 48 cubanos asesinados y dos mil 99 heridos.
El daño es sobre todo financiero, porque al estar incluido en esa lista de “Estados terroristas” se impiden o dificultan seriamente las operaciones crediticias y financiamiento de la economía caribeña.
Por eso las actuales y las futuras autoridades cubanas la tendrán muy difícil, como ha sido la norma en estos 64 años de Revolución. Y más en tiempos de inflación mundial, guerra de la OTAN en Ucrania contra Rusia, aumento de precios de la energía y alimentos, incremento de tasas de interés y otras consecuencias que pegan al mundo.
Dentro de todo la isla estará algo mejor, porque la previsión del aumento del PBI para América Latina en 2023 es de sólo 1.3 por ciento, en tanto para Cuba su ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, informó una meta del tres por ciento.
En la lucha por mejorar la economía y el nivel de vida de la población, las autoridades son conscientes de que deben subir la calidad de su gobierno. El primer ministro Manuel Marrero Cruz, que visita ciudades al igual que Díaz-Canel, declaró que debían superar el “autobloqueo, las ineficiencias y chapucerías”.
El burocratismo es una enfermedad a curar y para eso lamentablemente no tienen las cinco vacunas que sí pudieron fabricar contra la Covid-19.
DEMOCRACIA HERMOSA
Al margen de las campañas mentirosas del imperio y sus agencias internacionales de prensa, secundadas en Argentina por Clarín, La Nación y Desinfobae, las elecciones de Cuba fueron hiperdemocráticas.
Para el imperialismo y sus aliados oligárquicos de cada país pasaron inadvertidas. No tuvieron un minuto en los medios. Las invisibilizaron. Quizás porque no podían mostrarlas y seguir hablando de “dictadura comunista”.
arb/so
*Periodista argentino.