En la jornada de apertura, la Federación Internacional de la disciplina (FIFA) promete una “ceremonia deslumbrante”, cuyo menú tendrá como plato principal la actuación del cantante pop surcoreano Jung Kook y el local Fahad Al Kubaisi, con el tema Dreamers.
Los intérpretes pondrán su voz a una pieza que evoca los principios que defiende la cita: la unidad sin distinciones, a través del respeto y la inclusión, mientras pautarán el ritmo de un show de media hora en un ambiente inspirado en una tienda beduina.
La muestra de composiciones de la lid universal incluye títulos como The World is Yours to Take (El mundo es tuyo), del rapero estadounidense Lil Baby; y el sencillo Hayya Hayya (Better Together), el cual unió las culturas de América, África y Oriente Medio en las voces de Trinidad Cardona, Davido y Aisha.
Igualmente, destaca la obra Arhbo, interpretada por el rapero Gims y el reguetonero Ozuna, integrados a FIFA Sound, proyecto de la banda sonora que arrancó en abril pasado con el propósito de acercar “al espíritu de la Copa Mundial como nunca antes”, apuntó la página oficial de la federación.
Según señalaron los organizadores, en esta ocasión el fútbol constituye un motivo para la confluencia de la sociedad, en tanto la Tierra emerge como esa gran tienda en la “que todos vivimos”, ideas que serán defendidas en cada uno de los conceptos escenográficos.
De igual forma, los espectáculos enaltecerán el legado de anteriores anfitriones del certamen y a los voluntarios del campeonato, que fomentará el diálogo sobre inclusión y diversidad de la mano de centenares de creadores y el embajador del torneo, Ghanim Al Muftah.
Asimismo, el programa ya incluyó las presentación la víspera del colombiano Maluma, a la espera de otras estrellas de la industria como la artista local Dana y las bandas BTS y Black Eyed Peace, que fusionarán diferentes tradiciones y rendirán tributo a los 32 equipos aspirantes al título.
Pactado para las 17:40 hora local, el evento de apertura será el pistoletazo de arrancada de un mes de disputas en el pasto verde, siempre entre goles y gambetas, con despedidas ineludibles y una amplia agenda colateral de actividades culturales.
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