Ni Neymar ni Vinicius, los reflectores enfocaron la figura del delantero del Tottenham Hotspur inglés, que inauguró el marcador a los 62 minutos antes de robarse el show en el 73, con recepción controlada y media volea para batir al meta Sergej Milinkovic-Savic.
Nada menos que 22 remates realizaron los auriverdes -ocho de ellos entre los tres palos- frente a una defensa balcánica que aguantó el vendaval de fútbol en la primera mitad, pero estuvo menos avispada en el tiempo complementario.
La estrella de la noche qatarí se convirtió en el octavo jugador de su país en marcar un doblete en su primer partido de Copa del Mundo. El anterior fue Neymar, el 12 de junio de 2014 contra Croacia.
Además, la Canarinha extendió su paso imbatible en duelos iniciales, ya que no pierde en un debut desde el lejano 1938, mientras el defensa central Thiago Silva (38 años y 63 días) superó a Djalma Santos (37/138) como el brasileño más veterano en disputar un partido de la lid global.
En cambio, Neymar (75) se quedó con las ganas de acercarse a las 77 dianas de Pelé, máximo anotador de siempre en representación de la pentacampeona universal, que de la mano de Adenor Leonardo Bacchi, «Tite», mantiene su fiereza ofensiva.
Y si el Estadio Lusail -sede de la final el día 20 de diciembre- fue un calvario para la Argentina de Lionel Messi, el panorama resultó bien distinto para el otro gran referente de América, sin dudas un serio aspirante al título de Qatar 2022.
La jornada competitiva de la llave G se completó con el éxito 1-0 de Suiza sobre Camerún, gracias al tanto de Breel Embolo (48), el primer jugador en marcarle a su país de nacimiento en toda la historia.
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