Las noticias se sucedieron durante el curso de este jueves, día feriado en España en homenaje a la Inmaculada Concepción. Luis Enrique terminaba contrato, pero había dicho que le encantaría seguir al mando de la Roja, aún después del estrepitoso fracaso en la Copa Mundial de Qatar.
De la Fuente es un entrenador con amplia trayectoria, pero poco conocido tanto aquí como en el extranjero. Conquistó dos Copas de Europa en las categorías sub21 y sub17, y en los Juegos Olímpicos de Tokio, condujo al equipo a la medalla de plata.
Firmará contrato hasta la Eurocopa 2024 y ofrecerá el próximo lunes una rueda de prensa. Se estrenará como entrenador principal del conjunto español el 25 de marzo próximo en la fase de clasificación para la lid continental, contra Noruega dentro del grupo A.
España visitará tres días después a Escocia en el segundo partido de esta fase previa.
El final de Luis Enrique era hasta cierto punto esperado ante el aluvión de críticas al entrenador, tras ganar apenas un partido (contra Costa Rica), empatar con Alemania y perder con Japón y Marruecos (en octavos de final).
La RFEF argumentó que ha decidido ‘arrancar un nuevo proyecto con ‘el objetivo de continuar con el crecimiento alcanzado en los últimos años’, a la vez que agradeció el trabajo del asturiano.
«La dirección deportiva de la RFEF ha trasladado al presidente un informe en el que se determina que debe arrancar un nuevo proyecto para la Selección Española de Fútbol”, argumentó.
Desde la noche del martes (hora local) hasta las últimas horas, pocos temas superaron la amargura de los españoles luego de la eliminación contra Marruecos en tanda de penaltis.
De forma reiterada, el nombre de Sergio Ramos, excapitán del Real Madrid y ahora con buen rendimiento con el PSG francés, saltó nuevamente a la palestra, entre los ausentes que el preparador dejó fuera de la plantilla, a todas luces por razones personales.
Ramos fue una de las gotas que colmó la copa, sobre todo por improvisar con un mediocentro como defensa central (Rodri), y sin utilizar a un zaguero muy cuestionado, Eric García.
La animadversión de Luis Enrique por los jugadores del Real Madrid y preferencia absoluta por los del Barcelona, fue otro aspecto criticado. También, en esa misma línea, menospreciar a delanteros con gol (Borja Iglesias y Iago Aspas) o a experimentados volantes como Mikel Merino.
Para colmo, alineó en el partido crucial ante Marruecos con Marco Llorente, que debutó con muy bajas prestaciones y se mantuvo los 120 minutos de encuentro.
Luis Enrique construyó su equipo como una réplica del Barcelona, tratando de imitar a aquella generación histórica que conquistó la Copa FIFA en Sudáfrica 2010. Pero eran estrellas casi irrepetibles (Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Carles Pujol o el propio Sergio Busquets).
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