Tras ejercer su voto en las elecciones nacionales, en el capitalino municipio Playa, el canciller comentó que es difícil encontrar sistemas como el de la isla, con el requisito de que los candidatos deban alcanzar la mitad de los votos efectivos para ser electos.
«La democracia verdaderamente participativa empieza antes del acto electoral con la nominación abierta de los candidatos hasta la participación efectiva en la toma de decisiones fundamentales para el país», manifestó el máximo jefe de la diplomacia cubana.
En declaraciones a la prensa, subrayó que no hay otro parlamento en el mundo en que la mitad de los diputados sean nominados directamente en asambleas populares y previamente elegidos en esa condición.
Indicó que los parlamentarios cubanos tienen un papel decisivo en la fiscalización y control de la legalidad, así como mantener un contacto directo y permanente con el pueblo.
Rodríguez resaltó las jornadas de diálogo que sostuvo con los ciudadanos del capitalino municipio 10 de Octubre, demarcación por la cual resultó nominado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento).
El canciller además explicó que las relaciones de la isla con los cubanos que residen en el exterior son mutuamente enriquecedoras y ejemplo de ello son «las acciones de solidaridad que recibe nuestro pueblo cada semana en todas las latitudes».
A pesar de que Estados Unidos utilice las relaciones migratorias como un elemento político contra nuestro país, los vínculos de Cuba y sus nacionales seguirán avanzando y discurriendo por cursos cada vez más normales, apuntó.
El titular afirmó ser testigo del deseo de connacionales de tener una participación más activa en los asuntos de su nación de origen y en particular en el desarrollo de la economía.
«Yo estoy convencido de que la política de Estados Unidos hacia Cuba tendrá que cambiar, porque hay una tendencia histórica, una acumulación, y es la opinión mayoritaria de los ciudadanos estadounidenses y también de los cubanos que residen en Estados Unidos», subrayó.
Recordó que durante los momentos más tensos y críticos de la pandemia de la Covid-19 en la mayor de las Antillas, Washington recrudeció las regulaciones del bloqueo e impidió la importación de oxígeno y la adquisición de ventiladores pulmonares.
Destacó la voluntad de independencia, «el ejercicio de soberanía y por la dignidad nacional del pueblo cubano, así como su capacidad de hacer las cosas por sí mismos y con sus propios esfuerzos».
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